El golf ya le va debiendo una al bueno de Miguel Ángel Jiménez, que ayer volvió a probar el lado amargo del deporte al perder en el último momento el US Open senior. El malagueño partía en el liderato la última jornada, pospuesta al lunes por las fuertes lluvias, pero dos errores en los hoyos 17 y 18 le privaron de levantar el primer grande de su dilatada carrera, que fue a parar a las manos del americano Gene Sauers, que se aprovechó del patinazo final del churrianero para alzarse con el prestigioso título.

Y es que Jiménez parecía tener controlada la situación durante toda la última jornada, la que dominó hasta que alcanzó el tee del hoyo 17, un par 3 que se le atragantó. El malagueño se fue a un búnker de salida y tras una pobre recuperación no pudo salvar el par y cometió un doloroso bogey, con el que perdía toda su ventaja respecto a Sauers. Lo cierto es que ese error condicionó al «Pisha» a la hora de afrontar el último hoyo, donde volvió a acabar en un búnker en el segundo golpe. La historia se repitió y los mismos fantasmas que en el 17 surgieron en la cabeza del excelente jugador malagueño. Su sacada de la arena volvió a ser deficiente y firmó un nuevo y cruel bogey para finalizar el torneo en segunda posición.

Esta decepción se une a la que ya vivió el pasado mes de julio durante el Open Británico, donde también se quedó a las puertas del triunfo en una situación similar a la de ayer en el Scioto Golf Club de Ohio, donde un trágico final le dejó con la miel en los dedos. En todo caso, Jiménez sigue siendo uno de los jugadores más firmes del Tour americano de veteranos, donde este año ya ha amasado más de un millón de dólares en ganancias, además de compaginar este circuito con el European Tour.