­Marcelo Rosado, futbolista malagueño, natural de Ronda, destaca por su polivalencia y capacidad para rendir a un alto nivel en ataque y en ambas bandas. El capitán del ONCE Málaga ha estado en Atenas 2004 y Londres 2012 con la selección española de futbol 5 para ciegos totales (categoría B1), ambos con medalla. En Pekín 2008 se tuvieron que confirmar con una cuarta plaza, al caer en el tercer y cuarto puesto. En los Juegos Paralímpicos de Río sumará su cuarta experiencia paraolímpica en la que compartirá vestuario con su compañero de equipo Carmelo Garrido.

¿Cómo afronta su cuarta cita paralímpica?

Llego a esta cuarta convocatoria para unos Juegos Paralímpicos con muchas ganas e ilusión. Ha sido una cita un poco más inesperada, porque viene a raíz de la eliminación de Rusia por el dopaje de Estado. Hay que aprovechar la oportunidad e intentar competir al máximo nivel.

La expulsión de Rusia de la competición ha propiciado que España pueda luchar por una tercera medalla olímpica. Acceder a un evento de este nivel es complicado, ¿no?

Solo se clasifican dos equipos europeos, por lo que todas las selecciones nos jugamos en un único torneo: el Europeo. Ahí perdimos en las semifinales en la tanda de penaltis y nos quedamos fuera. Como Rusia pasó por el otro lado del cuadro, pues al final, como quedamos terceros y Rusia fue segunda, hemos cogido su plaza. En el ránking mundial estamos en tercer lugar, pero no pudimos obtener la plaza en el Europeo y ahora tenemos la oportunidad de ir a Río.

¿Se sorprendió al recibir de un día para otro la noticia de que entraba en la lista de la selección española de fútbol 5 para ir a Río? ¿Se está preparado para ello tanto a nivel físico como psicológico?

La noticia la recibí con cierta sorpresa, porque a raíz de todo lo que pasó en los Juegos Olímpicos con la descalificación de parte del equipo ruso, personalmente empecé a pensar qué iba a pasar con los paralímpicos. Y entonces comencé a pensar que se podría abrir una ventana a la participación de la selección. Cuando salió la resolución del Comité Paralímpico, no era nada definitivo porque faltaba la respuesta del Comité de Arbitraje (TAS), pero sabíamos que había un porcentaje muy alto de poder participar en Río. A partir de ahí empezamos a entrenar esperando la resolución definitiva del TAS y fue el día 23 de agosto, en mitad de un entrenamiento, cuando nos dijeron que estábamos en Brasil.

Cuando recibe la llamada para ir con España a Río el 23 de agosto, ¿está ya entrenando?

En agosto estaba de vacaciones. La Liga empieza en octubre-noviembre y venía también de una lesión que me había tenido parado un tiempo para descansar y recuperarme bien en el verano de una temporada dura. A finales de agosto tenía previsto comenzar a trabajar y al obtener una plaza en Río adelanté los entrenamientos.

¿Cómo fue esta última temporada en el Málaga ONCE?

La temporada ha sido difícil. Se marcharon varios jugadores de experiencia internacional y que han estado en la selección española, por lo tanto lo notamos mucho. Aún así, no ha sido tan fructífera en cuanto a títulos como otros años, que conseguimos la Liga, pero hemos estado en la pelea entre los cuatro primeros. Con nuestras posibilidades hemos dado el 120% y se puede decir que ha sido una buena temporada.

Después de los Juegos Paralímpicos, ¿el objetivo es ganar los títulos que se han resistido este año?

Ahora toca pensar en los Juegos, que es el primer objetivo, ya que es el evento más importante para un deportista y una vez que termine, toca enlazar con mucha ilusión la preparación del equipo para pelear por los títulos.

¿Es muy complicado compaginar el fútbol de élite con su trabajo en la ONCE?

Poder prepararte, entrenar para estar en el deporte de élite y tener un trabajo, en mi caso exigente, es la parte más difícil. Estos días, antes de irme a Río, he abandonado la concentración para trabajar. Para poder seguir el ritmo cada día me levanto una hora media antes para entrenar por la mañana sobre las 6.45 horas en una primera sesión y después por la noche sobre las 21.30-22.00 horas realizar la segunda sesión para llegar lo mejor posible. Ahora mismo tiene que ser de esa manera porque trabajo mañana y tarde y tengo que dejar las cosas hechas antes de irme a Brasil.