Si Youssef En-Nesyri está derribando puertas en el Málaga CF, el joven malagueño Brahim Díaz comienza a hacerlo en el Manchester City. A sus 17 años, el pequeño exmalaguista vio ayer cumplido su sueño de debutar en el primer equipo tras haber sido convocado por primera vez por el entrenador español Pep Guardiola para el partido que los citizens jugaron contra el Swansea galés en la EFL Cup y que acabaron ganando por 1-2. Brahim entró en el minuto 86 sustituyendo a Iheanacho y confirmó así su mayor deseo: jugar en Inglaterra.

Brahim dio sus primeros pinitos como futbolista en el Tiro de Pichón, club de un barrio malagueño, y con tan solo seis años el Málaga le acogió en su cantera y se convirtió en la perla de los escalafones inferiores de los malaguistas.

Su agente por aquel entonces, el exjugador del Málaga Jaime, le captó en una prueba que hizo en el Tiro de Pichón en la que recordó que desde «el primer balón que tocó» ya vio «que era muy especial», aunque el representante manifestó que le costó que el Málaga viera las cualidades del precoz futbolista.

El padre de Brahim dio el consentimiento para que Jaime llevara los destinos de su hijo, quien reveló sus cualidades como futbolista en un partido contra los veteranos del Málaga para inaugurar el campo Pedro Berruezo en el que, según dijo, «saltó la chispa».

En ese partido, sorprendió a propios y a extraños desde el primer balón que tocó y los representantes del club malagueño presentes le citaron para entrenar con el equipo prebenjamín del club malaguista, con el que debutó contra el Mortadelo.

A partir de ahí, su carrera ha sido fulgurante, fue mimado por el presidente del Málaga, el jeque Al Thani, pero fueron muchos equipos europeos los que se interesaron por su potencial, incluidos el Madrid y el Barcelona.

Sin embargo, Brahim, se mantuvo en el club de su ciudad hasta que con 13 años -diciembre de 2013-, y de la mano de Pere Guardiola -representante y hermano del actual técnico del Manchester City- partió hacia Manchester, con un proyecto que sedujo a su familia, que se trasladó hasta la ciudad inglesa para que se sintiera como en casa. Fue uno de los culebrones del Málaga entonces, ya que el club no quería se marchase bajo ningún concepto. Tras un desembolso de 300.000 euros en las arcas blanquiazules y unos pluses que podrían alcanzar los 4,5 millones de euros, Brahim emprendió su aventura británica. Aunque no fue fácil para él, ya que estuvo varios meses sin poder jugar por problemas burocráticos.

«La gente me preguntaba si era derecho o izquierdo y les decía que ambas cosas», indicó Jaime, quien destacó sus «recursos maravillosos, su regate, su uno contra uno, su habilidad» y, sobre todas las cosas, «su humildad» y también «como trabajaba en la recuperación cuando se perdía el balón».

Brahim es internacional en su categoría, donde es la estrella de su camada, sigue escalando etapas en los escalafones inferiores del Manchester City y con su debut ya ha emulado a otro malagueño, José Pozo, quien hace dos años, con un exmalaguista en el banquillo, el chileno Manuel Pellegrini, debutó en la misma competición. El primer paso ya lo ha dado, estar en la convocatoria y poder debutar con la elástica citizen. El futuro es suyo.