­Las 351 universidades más reconocidas y prestigiosas de Estados Unidos comienzan esta madrugada la temporada. La NCAA-1 se pone en marcha y en la meca del básket universitario, a las puertas de la NBA, dos malagueños lucharán por hacer sus sueños realidad y cumplir sus objetivos. El base Francis Alonso (Greensboro, North Carolina) y el pívot Rubén Guerrero (South Florida, Tampa -Florida-) dan hoy el pistoletazo a una temporada apasionante en la que los dos defenderán el orgullo del básket malagueño en la NCAA.

Francis Alonso va camino de hacer historia en UNC-Greensboro, y eso que sólo está en su segundo año universitario. El base dio el salto de Málaga a EEUU estudiando un curso en la Cushing Academy, y en su año de novato en Greensboro ya rompió las estadísticas de su Universidad, ya que jamás un jugador de primer año promedió 13 puntos por encuentro, anotando un total de 443 durante el curso. Alonso transformó 85 triples con un sensacional 39,5% y fue el mejor del equipo en el tiro libre (85%) con 80 de 94 desde la personal. Su espectacular temporada le valió para entrar en el mejor quinteto de jugadores de primer año de la Conferencia Sureste. Y es que sus 13 puntos de media fueron la segunda mejor marca de anotación de un novato en toda la NCAA. El internacional sub´20 está hecho un toro. Su morfología ha cambiado y ha ganado masa muscular. Esta noche debuta ante la Universidad de Virginia.

Rubén Guerrero dio el salto a Estados Unidos un año antes. Criado también en la cantera del Unicaja, el pívot marbellí se marchó a estudiar un año puente a la Sunrise Christian Academy. Ahora afronta el tercero de sus cuatro años como universitario, siempre en South Florida, tras recibir el pasado curso el título al «Juego Limpio» en la NCAA. Jugó 32 de los 33 partidos el pasado año, con 5,1 puntos y 5,6 rebotes de media, con 1,3 tapones. Debe ser la temporada de su confirmación en los «Bulls» y esta noche debe ya comenzar a demostrarlo en el derbi ante Florida A&M. Si el cambio físico de Francis es reseñable, lo suyo es brutal. Ha ganado más de 15 kilos y es todo músculo, un auténtico «animal». Los dos arrancan esta noche como los únicos malagueños en la NCAA-1, la «meca» del baloncesto universitario. Habrá, además, otro paisano en la NCAA-2. Es el alero Enrique Cortés, que tiene una beca completa en la Metropolitan State University de Denver.