El Marbella FC cerró ayer 2016 y al mismo tiempo la primera vuelta del campeonato liguero de la mejor manera posible, con una victoria a domicilio, en La Línea de la Concepción, que le permite retener la segunda plaza de la tabla clasificatoria. Con buen juego y dos dianas se repuso tras dos meses de competición especialmente irregulares. De hecho, esa mala racha se saldó con un único triunfo en las ocho jornadas anteriores.

El equipo costasoleño dominó el encuentro de principio a fin, con muchas ocasiones que bien podrían haber supuesto una goleada muy amplia ante un rival que inquietó muy poco. El gran trabajo realizado por los blanquillos esta vez sí que obtuvo sus frutos.

La primera ocasión tardó muy poco en llegar. Fue en la primera jugada, a los tres minutos, con una internada de Kike Márquez hasta la línea de fondo para poner el típico pase atrás, que fue rematado por Joseba Beitia y forzó la intervención del guardameta local.

El Marbella volvería a gozar de una buena ocasión para marcar, a raíz de un gran disparo desde fuera del área que de nuevo tuvo como protagonista a Beitia. De nuevo se encontró con una perfecta respuesta del portero Óscar Santiago. Se cumplía ahí el minuto 33 de juego. Seguía llegando el conjunto marbellí y justo antes del descanso se produciría una nueva ocasión clara. Esta vez fue tras un pase de Kike Márquez a Okoye, cuyo remate lo sacó de nuevo el cancerbero de La Balona.

Esa acción terminó con polémica. Porque el rechace fue culminado con un remate a puerta vacía de Goti. Un defensa logró sacarlo bajo palos con la mano, a la vista de los arietes visitantes. Sin embargo, el colegiado no pitó penalti y sin dianas acabó la primera parte del encuentro.

Tras la reanudación no hubo que esperar demasiado para que el Marbella estrenara el marcador. El cuadro dirigido por Nafti salió más enchufado y, al aprovechar un balón suelto en la frontal, Goti sí que acertó ante el arco linense. Luego estuvo a punto de ampliar la renta Kike Márquez, cuyo lanzamiento se estrelló en el larguero.

Sí que acabaría el esférico en la red a raíz de un mal despeje del meta local. Lo recogió Nico Delmonte en la medular y Kike se quedó solo ante el arquero. Ahí prefirió cederle el balón a Okoye para que marcase a puerta vacía. Terminó de esa forma toda opción de que cambiase el signo del partido.