Por sorpresa. Así fue el anuncio de la renuncia de Toni Nadal a seguir entrenando a su sobrino a partir de 2018 que ha conmocionado al mundo del tenis. Tan sorpresa fue que Rafael Nadal, el principal afectado de la decisión de su tío, se enteró de la noticia en Manacor en el mismo momento en que se dio a conocer a través de la web italiana Il Tennis Italiano. «Esta es mi última temporada con Rafa. Desde el próximo año ya no le seguiré y me dedicaré exclusivamente a nuestra academia de Manacor», fueron las sorprendentes palabras del mentor del campeón de Manacor.

Rafael Nadal, que acaba de renunciar al torneo de Rotterdam que comenzó ayer, para prolongar su descanso tras el enorme desgaste sufrido en el Abierto de Australia, donde alcanzó la final, desconocía las intenciones de su tío. El fichaje de Carlos Moyá para formar parte del cuerpo técnico del vencedor de catorce grandes, consensuado en su día por todos los integrantes del equipo, ha pesado en gran medida en la drástica decisión de Toni Nadal, pese a que el principal argumento utilizado es que se quiere dedicar a trabajar con los más jóvenes en la Rafa Nadal Academy. Toni valoró de forma positiva, en el Foro de la Asociación de Entrenadores de Tenis Profesionales, celebrado este pasado fin de semana en Budapest, la incorporación del campeón de Roland Garros en 1998 y número uno un año después, al equipo técnico de su sobrino. «Le ha ayudado a estar más tranquilo, para entender que tenía la razón en lo que estaba haciendo. Tener diferentes opiniones a veces pueden ayudar. Creo que Carlos es importante», manifestó.

Además de Rafael, tampoco el hermano de Toni y padre del tenista, Sebastià, conocía la ´bomba´ que se iba a producir a primeras horas de la tarde del sábado. Por supuesto, tampoco Moyá, ni Francis Roig. «Toni es Toni», afirman en su entorno, como dando por normal que el laureado preparado de Rafael suele actuar de este modo, sin avisar a nadie.

Toni Nadal seguirá hasta final de año con su actividad habitual. Tiene previsto acudir al torneo de Acapulco, que comienza el próximo 27 de febrero, y al Masters 1.000 de Miami, a partir del 22 de marzo, la antesala de la temporada de tierra que se inicia, como cada año, en Montecarlo a mediados del mes de abril. Y, por supuesto, no faltará a la cita con los tres torneos de Grand Slam que faltan en el calendario: Roland Garros a finales de mayo, el gran objetivo de la temporada, donde Rafael aspira a su décimo entorchado en la capital francesa; Wimbledon, a comienzos del mes de julio, y el US Open, a finales del próximo agosto.

En la temporada de tierra batida hasta llegar a Roland Garros, Moyá y Roig se alternarán junto a Toni para acompañar al tenista por los diferentes torneos.

Toni Nadal se sinceró como pocas veces lo ha hecho en la entrevista concedida a la web italiana, reconociendo su pérdida de influencia con el paso de los años: «Hasta los 17 años de Rafa lo decidía todo yo, luego llegó Carlos Costa como mánager y se acercó el padre de Rafa, cada uno con sus opiniones. La verdad es que cada año que pasa decido cada vez menos, llegaremos al punto en que ya no decida nada», explicó.

A priori, la revelación del técnico no tiene porqué afectar a la relación profesional y personal con su sobrino, que ha calificado de «óptima». De hecho, la ruptura de los entrenadores con sus jugadores es habitual en el circuito. Las últimas, las de Novak Djokovic con Boris Becker y la de Milos Raonic, que hasta el final del pasado año era entrenado por Moyá en compañía del norteamericano John McEnroe.

Lo normal es que, a partir del próximo año, Carlos Moyá y Francis Roig dirijan a dúo la carrera deportiva de Nadal, que ha empezado con fuerza este año dispuesto a prolongar sus éxitos en su brillante carrera. La salida de Toni es el fin de un ciclo para encarar otro, el último, de un tenista que está marcando una época en el tenis mundial.