La selección española de atletismo acude repleta de optimismo al espectacular Kombank Arena de Belgrado, escenario a partir de hoy viernes de los Campeonatos de Europa de Pista Cubierta y donde busca mostrar a sus nuevos valores y su versatilidad.

España, que cuenta con el malagueño Borja Vivas en sus filas para intentar dar la sorpresa en lanzamiento de peso, participará con 34 atletas, 21 hombres y 13 mujeres, un número superior al de las ediciones de Goteborg 2013 (26) y Praga 2015 (30), con el que espera codearse con las grandes potencias continentales en la primera gran cita tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

El objetivo de un equipo que mezcla experiencia y juventud es, según indicaron Ramón Cid, director técnico de la RFEA, y Raúl Chapado, presidente federativo, principalmente que todos ellos muestren el rendimiento en esta temporada invernal.

Las marcas logradas por muchos de los seleccionados provoca que exista en el ambiente buen optimismo de cara al medallero, pero la Federación Española prefiere ser cauta sabedora del nivel que hay siempre en una gran competición internacional.

«Siete de los clasificados tienen una marca que está entre las tres primeras de los inscritos, once entre las cinco y 15 entre las ocho. Es un equipo numeroso, tiene entidad y posibilidad de resultados», puntualizó Cid antes de partir a Belgrado con un equipo que ya no lo consagra todo al mediofondo o el fondo.

Y como sucediera en el verano pasado en Río, las principales bazas volverán a ser la sempiterna Ruth Beitia y el hispano-cubano Orlando Ortega. La cántabra, 'animal competitivo' donde los haya, afrontará su octavo Europeo «indoor» en busca de su sexta medalla y de repetir el oro de hace cuatro años tras su histórico éxito en los Juegos. A la capital serbia llega con la segunda mejor marca del año (1,98), sólo superada por la lituana Airine Palsyte, la única que ha superado el listón de los dos metros.

Por su parte, Ortega, actual plata olímpica de 110 metros vallas, también se presenta en su primera cita continental como uno de los claros aspirantes al oro en los 60 metros vallas. El hispano-cubano ha batido este año en dos ocasiones el récord de España para dejarlo en 7.48 y buscará rebajarlo aún más para aspirar a su segunda gran medalla compitiendo con España. Sólo el británico Andy Pozzi ha sido más veloz que él (7.43).

Junto a ellos, sobresale la figura de Jorge Ureña, brillante en las siempre complicadas pruebas combinadas. El alicantino se plantará en Belgrado no sólo con la mejor puntuación de la temporada en heptatlón (6.249, nuevo récord de España) a nivel continental sino que también a nivel mundial, lo que le hace serio aspirante al podio. El de Onil arrastraba algunas molestias que le han hecho reservarse para este Europeo, pero parece que estará a punto.

Además de este trío, España contará con otras bazas como un Kevin López que por fin está dejando atrás su calvario de lesiones y que aspira a ganar medalla como en 2011 y 2013 en los 800, Adel Mechaal en los 3.000, o los jóvenes Óscar Husillos y Lucas Búa, segunda (45.92) y cuarta (46.23) mejor marca del año en los 400 metros.

También se espera que Eusebio Cáceres, otro atleta que sale de una racha de lesiones, pueda estar en la pelea en el salto de longitud, un ingrediente más con el que el atletismo español debe mejorar los resultados de los últimos años, con el añadido de la ausencia una vez más de los sancionados rusos.

Y la esperanza malagueña, con Borja Vivas, donde aguarda dar la campanada mañana sábado y colarse entre los mejores, como ya hizo en Zúrich en 2014. Borja llega con una mejor marca del año de 20.41.