El Darussafaka venció al Real Madrid en el segundo partido por 80-84, tras sobrevivir a un Sergio Llull desatado en el tercer cuarto y autor de 5 triples en ese periodo, con lo que iguala la serie (1-1) teniendo ahora el factor campo favorable al jugarse los dos próximos partidos en Estambul.

Mediado el primer cuarto, 12-12, la igualdad se instauró en el marcador, aunque también hay que decir que los locales no consiguieron ponerse por delante en ningún momento y así siguió hasta el descanso. Brad Wanamaker ya no campaba a sus anchas ni podía jugar unos contra unos sencillos, pero así y todo el Darussafaka acabó el primer acto por arriba en el marcador, 19-22.

El Madrid intentó buscar las cosquillas a los turcos subrayando su juego interior, donde los pívots madridistas tenían una teórica superioridad, pero fue a costa de apenas tirar de tres puntos y eso el equipo lo notó.

En el segundo cuarto las cosas empeoraron. El Madrid no se sintió cómodo y la ventaja turca se fue incrementando hasta un 25-34 (min.15.30). El Darussafaka estaba jugando a lo que sabe, a correr, a tirar, a jugar uno contra uno, a luchar y a intentar imponer su físico, mientras que al Madrid se le vio encorsetado por las directrices de Laso.

Tan es así que hubo un momento en que los triples locales volvieron a escena, aunque no con la efectividad de las mejores tardes y al descanso el Madrid se fue con 3 triples anotados de 9 intentos. Pobre bagaje.

Con 38-44 los dos equipos se marcharon al vestuario y el Real Madrid con muchas cosas que reflexionar, porque la igualdad en los rebotes y la superioridad en las asistencias no daba para enjugar la diferencia en los triples.

Un 2+1 del mexicano Gustavo Ayón y un rebote ofensivo y canasta de Taylor le cambiaron la cara al partido y al Real Madrid, que salió pensando en jugar interior pero sin obsesionarse.

De hecho apareció Llull para clavar tres triples consecutivos en dos minutos y medio y pasar de un 43-47, a un 52-47 (min. 24:10), poniendo al Madrid por primera vez en todo el partido con el segundo de sus misiles.

Por si había alguna duda, Llull descerrajó un cuarto triple, 55-49, al filo del ecuador del tercer acto. Y un quinto, consecutivo y sin fallo. Pese a este recital, el Darussafaka dio muestras de su calidad y se mantuvo enganchado al partido para cerrar el tercer acto con un apretado 68-66.

Con las defensas en zona apareciendo en ambos equipos en algún momento del tercer cuarto, el Madrid volvió a sus registros anotadores habituales, refrendándolo con un parcial de 31-22.

El Madrid, que ya estuvo sin anotar más de cuatro minutos entre el final del primer cuarto y el segundo, volvió a iniciar mal el último periodo, aceptando un 0-6 para un 68-72 (min. 32:30).

El balón comenzó a pesar más y las defensas dieron una vuelta de rosca más para aumentar la dificultad. El marcador se frenó casi en seco, 72-72 (min.35).

La presión, la incertidumbre, la importancia del punto, los nervios y la responsabilidad entraron de lleno en el partido, como un elefante en una cacharrería. Ayón y Llull tomaron los mandos del equipo y Ante Zizic demostró su calidad de pívot con gran futuro en la NBA.

Wanamaker, que en el tercer cuarto anotó 10 puntos, siguió siendo el alma de un Darussafaka que a falta de 2.30 minutos dominaba en el marcador por 74-78.

El Madrid apostó por su francotirador, por Jaycee Carroll, en ataque y por Taylor en defensa. A 1.08 para el final, la igualdad era máxima 78-78.

Wilbekin anotó una canasta de genio (78-80, a 48.4 segundos) y Carroll no pudo hacer lo propio tras una jugada embarullada y que acabó con personal de Llull. Con 29.2 segundos (78-82), el Madrid fallo dos triples (Llull y Carrol) y Randolph con rebote y canasta puso el 80-82 a falta de 7.2 segundos.

Real Madrid (19+19+30+12): Randolph (7), Maciulis (5), Ayón (16), Llull (22) y Taylor (9) -equipo inicial-, Doncic, Rudy, Carroll (5), Hunter (7), Draper, Reyes y Thompkins (9).

Darussafaka (22+22+22+18): Wilbekin (17), Wanamaker (21), Clyburn (13), Zizic (17) y Harangody (8) -equipo inicial-, Bertans (1), Batuk (2), Aldemir (1), Moerman, Anderson (4) y Slaughter.

Árbitros: Christos Christodoulou (GRE), Ilija Belosevic (SRB) y Piotr Pastusiak (POL). Marcus Slaughter fue eliminado por cinco personales (min.37).

Incidencias: Partido correspondiente al segundo choque del 'play-off' de cuartos de final de la Euroliga de baloncesto disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (WiZink Center) ante 11.293 espectadores.