El colombiano Fernando Gaviria (Quick Step) hizo honor a su apodo de Misíl de Antioquía con una contundente victoria al esprint en la tercera etapa del Giro de Italia, la última en la isla de Cerdeña, disputada entre Tortolí y Cagliari, de 148 kilómetros.

Gaviria, de 22 años, nuevo líder de la carrera, no es el 'escarabajo' estereotipo del ciclismo colombiano, es un velocista puro con genes ganadores, doble campeón del mundo en pista, debutante en el Giro y en una de las grandes.

A la tercera fue la vencida y levantó los brazos rematando un enorme trabajo del Quick Step, encargado de provocar un abanico a 10 kilómetros de meta que destrozó el pelotón y anuló a Greipel, quien no pudo retener la 'maglia' rosa, ahora en la ancha espalda del ciclista de La Ceja.

Gaviria, en el tren ganador filtrado por el viento y el impulso de la escuadra belga, explotó en la recta de meta, saliendo desde atrás para celebrar su estreno en una carrera de las que se sueñan de antemano. Batió por velocidad al alemán del Bora Rudiger Selig y al italiano Giacomo Nizzolo Batió por velocidad al alemán del Bora Rudiger Selig y al italiano Giacomo Nizzolo (Trek).

Aficionado a los caballos, tiene tres ejemplares y pretende comprarse alguno español, y seguidor de la Moto GP, sobre todo de Jorge Lorenzo, el sueño de la etapa lo completó con la 'maglia' rosa.

Descansará el lunes como líder, antes de despedirse de la prenda en la meta del Etna. Desbancó a Greipel por 9 segundos y el austríaco Lukas Postlberger se mantuvo tercero a 13. El protagonismo de los esprinters también reposará ante la llegada de las cumbres.

La etapa corta y de previsible esprint no reventó la general, pero asustó lo suyo por el viento. Los favoritos quedaron cortados por la maniobra del Quick Step, pero todos guardaron sus posiciones.

Adam Yates, Geraint Thomas, Nibali, Landa y Quintana cruzaron la línea a 13 segundos. Su cita seria será la del Etna, el martes.

La etapa corta en Cerdeña tuvo su pequeña historia con la escapada inicial de Tratnik (CCC), Rovny (Gazprom) y Zhupa (Wilier) camino de ninguna parte. El guión marcaba esprint y los velocistas no iban a dejar escapar una oportunidad con las primeras etapas de montaña ya cercanas.

En un ejercicio de control, el Lotto Soudal dejó claro que la 'maglia' rosa debía seguir en poder de Greipel. Hubo de perseguir para estabilizar las ilusiones de los aventureros no más allá de los 2 minutos.

A 26 kilómetros de meta se agrupó el pelotón, a pesar de los últimos coletazos de resistencia del esloveno Tratnik. La marabunta le pasó por encima dando comienzo una nueva etapa con el mar y el viento de costado por testigos camino de Cagliari, la capital sarda.

Dimension Data, Sky, Bahrain y Quick Step

Dimension Data, Sky, Bahrain y Quick Step pusieron el muro al frente del grupo a 20 de meta, con el Movistar de Quintana atento. Desconfianza por el viento ante un final llano con rotondas que podían proporcionar algún susto. Nadie se animó a saltarse la disciplina.

La aproximación a Cagliari aumentó los nervios de un grupo en el que había pelea por estar delante. El Trek de Nizzolo tensó la cadena a 10 kilómetros de meta y tomó el relevo con el mazo en ristre el luxemburgués Jungels (Quick Step), quien abrió la espita de la locura, ya hasta el final.

Arrancada cortando el viento. Enseguida se formó un abanico que incluyó a Greipel, pero la cadena del germano le gastó una broma pesada y cedió unos segundos decisivos. El tren de 10 corredores delante ya no paró. Iban cinco del Quick Step y entre ellos Gaviria, caballo ganador.

Se formó una contrarreloj con Jungels como locomotora. El campeón de Luxemburgo le iba a poner en bandeja la victoria al colombiano, quien dejó que se produjeron los primeros ataques en la recta de losa de la Via Roma de Cagliari. Luego, a volar.

Implacable, directo al podio y a la 'maglia' rosa. Aquella prenda que Nairo Quintana vistió para siempre en 2014. No solo de escaladores vive Colombia.

Este lunes el Giro disfrutará de la primera jornada de descanso. La caravana saltara a otra isla, Sicilia, donde el martes espera el primer final en alto tras 14 kilómetros de ascenso en el Etna, con una pendiente media del 7,2 por ciento que examinará el estado de forma de los favoritos.