Francisco de la Torre quiere evitar, de todas las formas posibles, que entre 2.000 y 3.000 niños se manifiesten, delante del Ayuntamiento, ataviados con sus indumentarias deportivas y botando un balón de baloncesto el próximo 16 de diciembre, fecha en la que la Delegación en Málaga de la Federación Andaluza de Baloncesto ha convocado una gran manifestación y la paralización de más de 300 encuentros ligueros de todas las categorías. El alcalde de la ciudad reunió ayer de urgencia a sus concejales involucrados en la «crisis del ruido»: Raúl Jiménez, de Medio Ambiente, y Elisa Pérez de Siles, de Deportes. Llamó a su gente de confianza y a juristas de la casa. Y también pidió la presencia del delegado de la Federación, Ricardo Bandrés, y del responsable del Club Adesa Málaga, David Rodríguez, la entidad que ha sido expulsada del CEIP Lex Flavia Malacitana.

El alcalde pidió a sus dos ediles un resumen de todo lo sucedido hasta el momento. Y, escuchadas todas las partes, exigió buscar en la letra pequeña de la normativa vigente para tratar de darle otra interpretación a las dos multas con las que Medio Ambiente ha sancionado a dos colegios malagueños y forzar una nueva negociación, toda vez que la Junta de Andalucía se niega, después de las dos multas, a firmar el convenio regulador de horarios.

De la Torre, en declaraciones que hizo por la tarde, explicó que trata de encontrar un «clima de tranquilidad procesal». «Estamos tratando de crear un clima de tranquilidad procesal para poder firmar el convenio. Buscamos hacer las cosas legalmente y en busca de ese consenso entre las actividades deportivas y la tranquilidad de los vecinos», explicó el primer edil, que mostró en privado y después en público su extrañeza por la decisión de su delegación de Medio Ambiente de presentar el expediente sancionador justo el mismo día en que se aprobó en junta de gobierno la firma del convenio. Y es que estas dos multas con las que han sido sancionados los colegios Lex Flavia y CEIP Félix Revello de Toro, ya no tienen marcha atrás.

Tras la reunión con su gente de confianza, De la Torre llamó a la delegada de Educación, Patricia Alba, que el viernes ya manifestó a este periódico su incredulidad y que, en estas condiciones, no estaba dispuesta a firmar el convenio. La conversación fue breve y los dos responsables han quedado en verse pronto. Sin fecha cerrada. De la Torre le comunicó que sus servicios jurídicos van a tratar de buscar otra vertiente a las multas. Según palabras del alcalde y cuestionado por la prensa si habría sido más fácil un acuerdo o que el procedimiento se hubiese paralizado, él apuntó: «No sé si se hubiese podido paralizar, pero a lo mejor podría haber tenido otros ritmos. Hubiera tratado que el ritmo hubiera sido distinto de haber dependido directamente de mí».

El compromiso al que habían llegado la delegada de Educación tras varias reuniones con Carlos Conde y la propia Elisa Pérez no era parar la sanción sino realizar nuevas mediciones en los colegios afectados para incorporarlas a los expedientes de Medio Ambiente y tratar de minimizar, en su caso, las multas. No hay que olvidar que en unos cuantos decibelios de diferencia, la multa puede pasar de 600 euros a los 12.001 con los que han sido sancionados.

Expediente sancionador

Sin embargo, el propio expediente sancionador al que tuvo acceso La Opinión, indica, tras hablar de los posibles recursos: «En cualquier caso, se advierte que la interposición del recurso de reposición no suspenderá la ejecución del acto impugnado, con las respectivas consecuencias legales, incluso la recaudación de cuotas o derechos liquidados, intereses y recargos».

La delegada Patricia Alba ha enviado ya el expediente a la Consejería en Sevilla, por lo que también espera respuestas de sus asesores jurídicos. Y es que la doble denuncia de Medio Ambiente a los dos colegios impide, además, la realización de actividades extraescolares en el Lex Flavia, por lo que los niños del colegio no pueden realizar ningún tipo de actividad en el patio más allá del horario escolar. Sí que puede haber chiquillos a partir de las 14.00 horas en el Revello de Toro, ya que el vecino retiró la denuncia.

El alcalde pidió al delegado de la Federación Andaluza, Ricardo Bandrés, que retire la gran manifestación del próximo 16 de diciembre y que los niños disputen esa jornada de Liga. Su respuesta fue negativa. Sólo habrá marcha atrás si se firma ese convenio entre los dos organismos. Y la Junta, en estas circunstancias y con dos multas de 12.001 euros, no está dispuesta a firmar. Una marea de niños y balones de básket se avecina en Málaga. Mientras, las administraciones siguen echándose el balón una a otra.