La normalidad ha regresado al baloncesto malagueño. Ha sido un año muy largo para los siete clubes de la ciudad que trabajan a diario en centros escolares y que han visto cómo se reducían sus horarios. Sus futuros han estado amenazados. Pero finalmente el Club Málaga Basket, Club Adesa Málaga, C.B. Ciudad de Melilla, C.D. Puerta Oscura, C.B. Andersen, C.B. Promesas y C.B. El Palo ya tienen una solución. Ahora ya no dependen del director del centro o del consejo escolar, sino que tienen un pacto con el Ayuntamiento. Una alegría para el baloncesto malagueño tras una larga lucha llena de incomprensión y repleta de apoyos.

De todos ellos, el Adesa Málaga es el que peor lo ha pasado. El club fue expulsado en octubre del LEX Flavia Malacitana, debido a la denuncia de un vecino y al expediente sancionador del Área de Medio Ambiente. Como la amenaza de ese vecino fue ya la de interponer una querella en el juzgado, todos los equipos del club dejaron de entrenarse allí. El colmo llegó cuando la multa de 12.001 euros impidió además la realización de actividades extraescolares. Es decir, que en el patio del colegio, más allá de las 14.00 horas, no podía haber ninguna actividad. Ni siquiera un grupo de niños ensayando su teatro de Navidad. Bajo la amenaza, además, de Medio Ambiente de enviar al colegio de forma periódica patrullas de la Policía Local para vigilar que se cumple con lo exigido en ese expediente sancionador.

El LEX Flavia recuperó ayer el pulso, el ruido de niños jugando en el patio, el bote de la pelota. El sonido a vida. Ese maravilloso ruido que ha estado secuestrado por un vecino y por el apoyo municipal durante este tiempo. La firma del convenio de regulación entre el Ayuntamiento y la Consejería de Educación ha permitido, al fin, que el LEX Flavia vuelva a respirar y que la Escuela Municipal de Baloncesto regrese a la actividad. El siguiente paso será que el Adesa vuelva, ya como club, al colegio. Para ello, hay que realizar obras que reduzcan el ruido.