Tan solo le quedan unos meses de vida, pero Marieke Vervoort ya no puede más. Esta atleta paralímpica de origen belga ha decidido pedir la eutanasia ante una enfermedad que la tiene postrada en una silla de ruedas desde los 14 años, cuando la diagnosticaron tretaplejia progresiva incurable.

La deportista, de 38 años, ha asegurado en una entrevista que "nunca tuve estos sentimientos, pero no puedo más. No quiero sufir más. No soporto tanto dolor. Es muy difícil para mí, cada día me deprimo más y más".

No es la primera vez que Vervoort habla de eutanasia. Ya hace siete años lo consideró pero siguió adelante, lo que la llevó hasta los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, donde se alzó con dos medallas. Proeza que repitió en Río de Janeiro, donde se colgó la presea de plata en 400 metros en silla de ruedas.

Ahora, será en este año 2018 cuando el médico belga Wim Distelmans sea el encargado de realizarle la eutanasia a la atleta después de que en los últimos meses su estado se haya agravado, incluso llegando a sufrir espasmos. "Su cuerpo grita que ya no puede más", ha asegurado su neurólogo.

"No eran ataques epilépticos, sino que mi cuerpo gritaba que ya no podía más. Tuve un espasmo tras otro", señaló la propia Vervoort.