España inicia hoy en Marbella el camino para conquistar su sexta Copa Davis, siete años después de levantar su última ensaladera en Sevilla al imponerse a Argentina por 3-1.

La primera eliminatoria se presume sencilla, a pesar de la ausencia de Rafael Nadal. El combinado que dirige Sergi Bruguera, que se estrena en el cargo, se enfrenta a una Gran Bretaña que no cuenta con su mejor jugador, Andy Murray, y cuya principal baza, Kyle Edmund, 26 del mundo, arrastra molestias, por lo que, en el mejor de los casos, sólo saltaría a la tierra batida de la pista Manolo Santana del Club de Tenis Puente Romano en el caso de que los pupilos de Leon Smith llegaran con opciones a la última jornada.

Para que el semifinalista del Abierto de Australia tenga opciones de disputar la competición, además de recuperarse de sus problemas físicos, deberá esperar a que sus compañeros sumen, al menos, un punto entre hoy y mañana. El partido más favorable para los británicos será, a priori, el de dobles, en el que Dominic Inglot, número 46 del mundo, y Jamie Murray (nueve) se miden al único top ten de la eliminatoria, Pablo Carreño, y Feliciano López.

En la jornada de hoy se presume complicado que Albert Ramos, 21 del mundo, se deje sorprender por Liam Broady (165) o que Roberto Bautista (23) ceda ante Cameron Norrie (114). «Por clasificación podemos ser favoritos, pero hay que recordar que esto es la Davis y que, muchas veces, el equipo favorito acaba sufriendo. Sin embargo, esperamos dar la alegría de ganar y hacerlo con cierta ventaja», señaló Carreño en la previa.

Ambas selecciones se intercambiaron ayer regalos. El combinado español entregó a lo miembros del conjunto británico una maleta de viaje con ruedas de color rojo, obsequio que provocó una reacción sarcástica de Smith. «Nos quereis enviar a casa pronto», señaló.

Si superara al conjunto británico, España se mediría, de nuevo en casa, al vencedor de la eliminatoria entre Australia y Alemania. «Este año es bueno para ganar la Davis. Hay buenos jugadores y la posibilidad de convocar a cinco jugadores, lo que permite muchas variantes», apuntó David Ferrer.