La cuenta atrás está en marcha. La expedición del Rincón Fertilidad viajó esta mañana muy temprano camino de Kaunas, vía Copenhague, para jugar mañana desde las 12 del mediodía, hora española (una más en Lituania), el partido de ida de la histórica eliminatoria de octavos de final de la Challenge Cup ante el Zalgiris.

Tras la dolorosa derrota del pasado miércoles en Gijón, el equipo regresó en autobús durante toda la noche para ayer tener una suave sesión de trabajo en Carranque previa al viaje de hoy hasta tierras lituanas. El ambiente entre las jugadoras y el cuerpo técnico no es el mejor tras la mala segunda parte en Asturias, donde el equipo desperdició seis goles de ventaja, para acabar perdiendo ante el Mavi. Tampoco gustó la atmósfera poco deportiva que sufrieron las jugadoras malagueñas en la pista gijonesa, donde recibieron insultos por parte de un aficionado que se situó tras el banquillo del equipo de Diego Carrasco y que provocó las quejas del técnico malagueño hacia el entrenador local, tras acabar el choque.

El caso es que las jugadoras del Rincón Fertilidad deberán cambiar el chip para afrontar con garantías una eliminatoria histórica para el balonmano malagueño. Tras superar en la ronda anterior al WHC Metalurg de Macedonia, ahora la dificultad sube ante un Zalgiris que cuenta en su plantilla con buena parte de las jugadoras que componen la selección nacional de Lituania.

La expedición malagueña tendrá esta tarde tiempo para descansar antes de afrontar mañana la ida de la eliminatoria, a partir de las 12 del mediodía. El regreso a casa será el domingo, vía Londres. El choque de vuelta está previsto que se juegue el sábado de la próxima semana en el Pabellón de Cártama.