El balonmano malagueño vivirá el próximo sábado una jornada histórica. El Rincón Fertilidad jugará el partido de vuelta del «Last 16» de la Challenge Cup, la tercera competición europea. Un encuentro a vida o muerte, en el que las jugadoras de Diego Carrasco deberán remontar el 28-24 en contra cosechado en el partido de ida disputado el pasado fin de semana en la pista del Zalgiris en la ciudad lituana de Kaunas. La confianza en levantar el resultado es máxima, porque las malagueñas llegaron a dominar el encuentro de ida y dieron un gran nivel hasta pasado el descanso. A partir de ahí, el equipo se vino abajo. De todo eso trata de aprender el equipo, que anoche mismo se midió en Carranque a Porriño en encuentro liguero y que desde hoy piensa ya sólo en el ese partido. Aunque, de repente, ha surgido un problema grave que urge subsanar. Y es que hasta las condiciones meteorológicas se han puesto en contra de las malagueñas. El choque ante el Zalgiris se disputará el sábado a las 19.00 horas en el pabellón de Cártama. Según la normativa de la EHF (European Handball Federation), el máximo organismo del balonmano, los partidos han de jugarse con un mínimo de 18º centígrados. Y esas condiciones no se van a dar en Cártama, ya que en pabellón no posee sistema de calefacción.

El club se ha puesto ya en contacto con una empresa para tratar de acondicionar la instalación. Existen varias opciones y alternativas, y se baraja contratar un cañón de calefacción para tratar de caldear el ambiente. Claro que se trata de una instalación de gran tamaño, está junto a la autovía, en una zona no urbanizada, con temperaturas más bajas que en la población... De hecho, según varias webs especializadas, para el próximo sábado, día del partido ante el Zalgiris, a partir de las 19.00 horas, se espera en Cártama una temperatura inferior a los 10 grados, concretamente de 9º. Ya se trabaja en tratar de solucionar este grave problema con el que no se contaba. Aunque la mejor formar de atajarlo está en manos de la propia afición del balonmano malagueño: con calor ambiental. Si el pabellón de Cártama se llena de espectadores seguro que la temperatura dentro del recinto sube de forma considerable. De lo contrario, la pareja arbitral, según la normativa de la EHF, puede incluso aplazar el encuentro, que no se podría disputar con una temperatura inferior a 18 grados.