El matrimonio marroquí que ya inscribió hace sólo dos semanas sus nombres en la media maratón de la localidad cordobesa de Lucena ha vuelto a brillar al imponerse en la XXVIII Media Maratón CaixaBank Ciudad de Málaga. La prueba estuvo marcada por la lluvia y el viento, pero también porque en hombres se resolvió en un suspiro. Cristóbal Ortigosa, el fondista de Villanueva del Rosario, lideró la carrera durante los últimos kilómetros pero en la recta de meta vio cómo cedía tres segundos ante Mounir El Ouardi (Unicaja Jaén).

La victoria en féminas fue para su esposa, Nazha Machrouh. Nada más cruzar la meta ambos se fundieron en un abrazo y recordaban que, tras una década de residencia en Granada, recorrer las calles de Málaga era algo así como competir «en casa». De hecho, agradecieron especialmente «el calor del público» en tan desapacible matinal.

No era en efecto un día para aspirar a mejorar las marcas. Detuvo primero el cronómetro El Ouardi, en 1 hora, 7 minutos y 32 segundos. Sólo tres segundos más tarde lo hacía Ortigosa, el especialista del Cueva de Nerja-UMA, que había soñado con el triunfo durante los últimos kilómetros. Pasar destacado por el 20 no le bastó. Competó el podio su compañero de entrenamientos durante cuatro años y auténtico ejemplo a seguir, el veterano atleta sampedreño Javier Díaz Carretero. En su caso el reloj marcó 1 hora y 8 minutos justos.

Unos 7.500 corredores desafiaron como ellos tan adversas condiciones meteorológicas, en especial después de una salida que sirvió para homenajear, con un sentido minuto de silencio, al pequeño Gabriel. En esos primeros metros la lluvia forzó incluso la retirada de más de un participante.

Si apretada fue la lucha por el título de ganador en hombres, también lo fue en mujeres. Nazha Machrouh doblegó a Cornelia Moser por tres segundos. La primera cerró su participación con un tiempo de 1 hora, 16 minutos y 51 segundos. La ganadora de la pasada edición, la danesa Jessica Peterson (Alhama Beach), fue esta vez la tercera clasificada. En meta cedió sobre la vencedora 1 minuto y 40 segundos.

El público ovacionó en especial la entrada en meta del séptimo clasificado en hombres. Después de acumular hasta siete victorias en la prueba, el marroquí Abdelhadi El Mouaziz acusó los problemas de espalda que ha padecido desde el pasado mes de noviembre y no pudo aguantar hasta el final el ritmo de los de cabeza. Completó el recorrido que tantas veces ha dominado en 1 hora, 11 minutos y 46 segundos.

Reconoció que todo lo que no es un primer puesto le sabe a poco, de manera que se dejó llevar. «Tenía la intención de estar en esta carrera, por todo lo que me ha dado durante años, por mi club, a pesar de no encontrarme del todo recuperado», matizó. No obstante, con las buenas sensaciones de la primera mitad de la prueba confía en volver muy pronto a codearse con los mejores. Casi a su estela acabó ayer otro atleta que ha lucido durante años los colores de su mismo club, el Cueva de Nerja-UMA. Rubén Espejo acabó octavo, al detener el cronómetro en 1 hora, 12 minutos y 3 segundos.

Cuando pasaba más de media hora desde la entrada del primero de los corredores, la meteorología quiso darle una pequeña tregua a la jornada y llegó a brillar el sol con bastante intensidad. Para entonces, no obstante, con todo el césped del Estadio de Atletismo abarrotado de participantes, las gradas empezaron a despoblarse. Era el momento elegido por muchos acompañantes y espectadores de la carrera para tomar el camino de vuelta a casa. Atrás quedaban también las clásicas estampas del casco histórico, repletas de público para animar a los atletas.