El balonmano en Málaga mira, desde comienzos de este siglo XXI, a Antequera. En la ciudad de El Torcal creció y deslumbró el Club Balonmano Antequera. El proyecto más ambicioso tuvo su cumbre con la llegada a la Liga Asobal, donde se mantuvo desde 2006 a 2012. Seis años de sueños que, al final, por una gestión mal medida, acabó en pesadilla. Impagos, desaparición y refundación. Otra vez a comenzar de nuevo, con alguna deuda heredada, pero con nuevas caras y otros bríos. Un proyecto para nada deslumbrante, edificado con los pies en el suelo, con la única aspiración de fomentar el balonmano y crecer al ritmo de su cantera y de los jugadores de la zona.

Los Dólmenes Antequera comenzó desde lo más profundo y, paso a paso, sin dar ningún paso en falso, mirando las cuentas y cuadrando números de forma escrupulosa, ha ido escalando categorías y sorprendiendo a propios y extraños. El pasado curso, en la Primera Nacional, los antequeranos firmaron una temporada soberbia, fueron campeones de grupo y acudieron a la fase intersectorial de Porriño (Pontevedra) sin nada que perder. Allí también arrasaron, ganaron los tres partidos y subieron a Plata.

El balonmano malagueño regresó a una categoría de la que nunca tenía que haber salido: la División de Honor. En la categoría de Plata, el equipo antequerano aterrizó sin estridencias y con la única misión de mantener la categoría y competir en cada partido. Lorenzo Ruiz mantuvo su línea continuista de trabajo en el banquillo, siendo fiel a un estilo propio, con Darío Mata como mano derecha.

La temporada ha salido redonda. Todas las piezas han cuadrado y el Conservas Alsur Los Dólmenes pronto se posicionó en los puestos altos de la clasificación. El reto era, simplemente, ganar el partido de cada sábado. Sin alardes, pero con un grupo que enseguida encontró muy buena química, tras las cuatro primeras jornadas ya había conseguido tres triunfos y un empate. No había quien sacase al equipo de los puestos altos. Tanto, que en la jornada 10, gracias a sus 15 puntos, el Conservas Alsur era colíder empatado con el Alcobendas. Y, desde entonces, los dos equipos iniciaron un «pique» que les ha traído hasta la recta final de la temporada con el corazón en un puño.

Y es que la excelente racha de cuatro partidos ganados consecutivos de Los Dólmenes se ha mezclado con dos empates de Alcobendas, lo que ha hecho que la clasificación esté más apretada que nunca y, lo más importante, que el conjunto de El Torcal dependa de sí mismo para subir. El campeón de la Fase Regular asciende directamente a la Liga Asobal. Del segundo al quinto disputan una Final Four en la pista del segundo (si cubre los costes de la organización). El segundo se mide al quinto y el tercero al cuarto en una especie de semifinales. Los dos ganadores se miden en un último partido que decide quién acompaña al campeón de la Fase Regular a la Asobal.

Ahora el Conservas Alsur puede alcanzar el liderato porque, a falta de tres jornadas, es segundo con 40 puntos, a sólo uno de Alcobendas (41), que es líder. Y hay un duelo directo entre ambos en el Fernando Argüelles. Pero eso será dentro de dos semanas. Por lo pronto, mañana sábado el equipo de Lorenzo Ruiz juega en Palma del Río, un rival que está en mitad de la tabla. Antequera se está movilizando, ya se han fletado dos autobuses y se espera que más aficionados acudan en sus vehículos particulares para insuflar ánimos al equipo. Ganar es vital, porque permitiría al equipo jugar el siguiente fin de semana en casa ante Alcobendas sabiendo que, si gana, se pondría primero.

Hay que ganar sí o sí al cuadro madrileño. En Alcobendas se perdió por una renta desmedida (37-27) y el Conservas Alsur quiere demostrar que está a la altura de las circunstancias y que ha llegado a esta recta final liguera en el mejor momento físico y anímico. Ese encuentro marcará el futuro del club. Restaría aún una última jornada, en la que los antequeranos jugarán contra el Villa de Aranda a domicilio, otro rival que está en la parte media-baja de la clasificación. El Alcobendas recibirá al Lanzarote, penúltimo.

El sueño de regresar a la Liga Asobal vuelve a brotar en Antequera. Hay licencia para aspirar a volver, con un club refundado, a la máxima categoría del balonmano español. Una vez allí habrá que buscar ayudas, patrocinios y encontrar fórmulas para hacer compatible las aspiraciones de un club modesto con la elite. Pero nadie puede privar al Conservas Alsur Los Dólmenes de hacer su sueño realidad.