Ha llegado el gran día. Nadie, en su sano juicio, en el balonmano malagueño, andaluz y español hubiera apostado en septiembre, al inicio del curso, que el Conservas Alsur Los Dólmenes-Secin Group BM. Alcobendas iba a ser decisivo para decidir la cabeza de la tabla y poner en juego una plaza para el ascenso directo a la Liga Asobal. Sí por el equipo madrileño, que era uno de los claros candidatos para estar en la «pomada». Pero ni de lejos se esperaba que un recién ascendido como el equipo antequerano iba a vivir, a estas alturas del curso, dependiendo de sí mismo para jugar el próximo curso en la Liga Asobal.

Así de bonito es el deporte y es el balonmano. El líder Alcobendas, con 41 puntos, visita esta tarde el Fernando Argüelles (19.00 horas), para

medirse a Los Dólmenes, que suma 40. No hay margen de error. Los hombres de Lorenzo Ruiz son muy conscientes de todo lo que hay en juego. Hasta el alcalde, Manuel Barón, se pasó este jueves por el entreno para animar a los jugadores. Y es que sólo el campeón de la División de Honor Plata subirá de forma directa. Del segundo al quinto habrá una Final Four. Un lío monumental. Sobre todo porque Los Dólmenes lo tiene a tiro.

Una victoria del cuadro del Torcal le colocaría primero de la tabla a falta de la última jornada, en la que el equipo antequerano dependería de sí mismo para quedar campeón, visitando al Villa de Aranda. Eso sí, en caso de victoria del Balonmano Alcobendas, todo estará ya decidido y la plaza directa rumbo a la Asobal será para los madrileños. En caso de empate, todo quedaría por decidirse en la última jornada, con el Alcobendas recibiendo al Lanzarote. «Estoy muy feliz, no puedo pedir más como entrenador, y para mí sería un sueño conseguir el ascenso», dijo ayer Lorenzo Ruiz. El Argüelles debe ser una olla a presión que guíe al equipo a una épica victoria.