La Real Federación Española de Fútbol propone un lavado de cara radical para el fútbol profesional y amateur a partir de la temporada 19/20. La principal novedad radica en la división de la Segunda B en dos categorías. La primera de ellas, bautizada como Serie 1 y conformada por 20 equipos, la formarían los cinco primeros clasificados de los cuatro grupos de la campaña 18/19 de la categoría de bronce. La segunda categoría, la Serie 2, contaría con tres grupos de otros 20 equipos y repartidos por una proximidad geográfica que situaría a los equipos de la Comunidad Valenciana en el grupo 2, junto con los de Navarra, Aragón, Cataluña, Murcia y Baleares.

La reestructuración, presentada ayer durante el IV Congreso de Fútbol Aficionado organizado en el Kursaal de San Sebastián, la lidera Marcelino Maté, presidente de la Comisión Gestora de la Federación y de la Comisión de segunda B, y su implantación definitiva queda pendiente de la ratificación de la Asamblea de la RFEF, todavía sin fecha determinada. Por lo pronto, la propuesta ya fue aprobada ayer por la comisión de los clubes, con sólo un voto en contra (el del Peña Sport de Tafalla) y dos abstenciones.

Presencia de filiales

De momento no se han especificado más detalles de esta revolución en el fútbol español, aunque lo que sí que se ha garantizado es la presencia de los equipos filiales en la nueva versión de la Segunda División B. Quedaría, por tanto, por saber cómo serían los ascensos desde la Serie 1 de Segunda B a la Segunda División, que al igual que Primera no sufriría modificaciones. También se desconoce cuántos equipos descenderían a la Serie 2 y cuántos equipos de esta subdivisión bajarían a una Tercera también reestructurada.

Dos escalones en Tercera

La Tercera División sufriría también una amplia modificación y, al igual que la Segunda B, estaría dividida en dos categorías. La primera, la Serie 1, estaría formada por 6 grupos y los equipos valencianos quedarían emparejados con los baleares y los murcianos. Por debajo de esos seis grupos aparecería la Serie 2, con 18 grupos, como en la actualidad.

Más equipos, más difícil

La implantación de este novedoso sistema ampliaría el número de equipos participantes en Tercera División, ya que pasaría de tener 360 equipos a 480.

El peligro de esta reestructuración es que muchos equipos de Segunda División B quedarían relegados al cuarto escalón del fútbol español si no terminaran entre los cinco primeros la próxima temporada. A día de hoy, sin ir más lejos, los históricos Hércules sufrirían ese extraño descenso ya que han acabado la temporada por debajo de la quinta plaza. Otra piedra más en el camino al fútbol profesional de muchos equipos modestos y también de históricos en horas bajas.