El Unicaja no está dispuesto a que se repitan los calamitosos errores que se produjeron en la elaboración y conformación de la actual plantilla. Sobrepasadas ya dos terceras partes de la temporada, analizados los errores, vistas las tremendas carencias de este equipo, las limitaciones, el escaso potencial y la nula fiabilidad del Unicaja 2009/10, los padres de la criatura están dispuestos a hacer borrón y cuenta nueva.

El club trabaja ya en la elaboración de un largo listado de jugadores que acaben contrato este próximo verano, españoles, comunitarios y americanos, que ocupen tres posiciones muy determinadas y específicas. El nuevo Unicaja conservará las poquitas cosas buenas de este curso y tratará de fichar un base, un tirador y un pívot de primerísimo nivel.

La Opinión tiene conocimiento de los primeros informes que han comenzado a cruzarse la dirección deportiva con los técnicos del primer equipo. Aparecen multitud de nombres, muchos muy apetecibles que darían un salto de calidad al actual plantel. Y todos esos jugadores cumplen un mismo patrón: juegan en tres posiciones muy determinadas.

El Unicaja va a echar el resto este próximo verano para atar a un base de primer nivel, un tirador de calidad contrastada –escolta o alero– y un pívot que supere los 2,10 metros, que infunda respeto en Europa y que marque diferencias dentro de la pintura.

Ésta es la tesis sobre la que se trabaja en estos días en Los Guindos, una idea de futuro para la que hay que encontrar sólidos cimientos en el mercado. Nombres hay, muchísimos, así que es cuestión de hilar fino y afinar muchísimo más que en el actual curso.

Los responsables verdes están convencidos de que con la base de la actual plantilla, en la que hasta seis jugadores terminan contrato, más tres refuerzos de campanillas y alguna que otra incorporación más de segundo nivel, el Unicaja 2010/11 volverá a ser competitivo, tanto en la Liga ACB y en la Euroliga.

Aíto García Reneses le sacó un magnífico jugo al equipo de la pasada temporada. Tres pilares –Cabezas, Haislip y Ndong– se marcharon. Alguno, caso de Haislip, no quería seguir, ya que tenía la mente en la NBA. Otros, como el malagueño y el africano, sí que deseaban continuar. Pero al base no hubo forma de pagarle el millón de euros que pedía y al pívot ni se le presentó una oferta.

Parece que en el club han aprendido la lección y ahora quieren reparar los gravísimos errores cometidos en la planificación del actual equipo.

Lo que sí es cierto es que se pretende aprovechar a jugadores que están en plantel o que han llegado este año y han pagado el salto de proceder de clubes de menor calidad. Saúl Blanco, Berni Rodríguez, Carlos Jiménez, Giorgos Printezis, Joel Freeland o los júniors Augusto Lima o Rafael Freire tienen un sitio garantizado para el curso que viene.

Habrá que analizar otros casos. A todos en Los Guindos les encanta Omar Cook. Es un excelente segundo base, pero necesita la compañía de un primer espada. El problema es que el americano de pasaporte montenegrino debe cobrar, si el Unicaja decide aplicar la cláusula para que renueve un año más, 850.000 dólares libres de impuestos. O sea que, la operación, coste club, subiría hasta los 1,3 millones. Muchísimo dinero si luego se quiere firmar también un gran base para que forme pareja con él.

Son cuestiones que deberán ir resolviendo en las próximas semanas los máximos responsables de la entidad, cuyos contratos, por cierto, expiran este mes de junio.

Al menos arroja algo de luz y aporta tranquilidad el hecho de saber que se esté trabajando de cara al futuro próximo, en la configuración de la plantilla del curso 10/11. Y que, de puertas para adentro, se haga autocrítica y se confirme que lo de la actual planificación bordea lo inadmisible.