Ganar un partido en esta Liga ACB, sin llamarte Regal Barcelona y, en menor medida, Caja Laboral y Real Madrid, cuesta Dios y ayuda. El Unicaja puede dar buena fe de ello. Hasta hace casi tres días era incapaz de caminar con un balance positivo entre victorias y derrotas en lo que era su peregrinar por la competición española. Todo ha cambiado en el último mes y medio. El conjunto de Aíto García Reneses ha cambiado la decoración y ha comenzado a transmitir sensaciones positivas.

Esta buena racha de juego y resultados tiene un fiel reflejo en la contundencia con la que el equipo ha comenzado a emplearse. Tanto tiempo pasando hambre, a dieta estricta, sin un dulcecito que llevarse a la boca, ha provocado un apetito feroz en el combinado malagueño. Y es que los cinco últimos partidos que ha ganado el Unicaja lo ha hecho por una media de 21,4 puntos. Al alcance de muy pocos.

De los siete últimos encuentros ligueros, los verdes han cosechado cinco victorias y dos derrotas. Cada alegría ha venido acompañada por una paliza al rival de turno. El equipo, además, ha comenzado a brillar en casa, otra faceta pendiente esta temporada. Ahora es capaz de sacar adelante los partidos con una facilidad pasmosa. Algo que contrasta con las cinco derrotas vividas este año en el Martín Carpena.

Estas cinco últimas y apabullantes victorias comenzaron a fraguarse con la visita del recién descendido Xacobeo Blu:sens, que se llevó un buen rapapolvo: 89-58. Diferencia de 31 puntos arriba, la mayor en este curso.

Los malagueños refrendaron el cambio con un triunfo por 20 puntos ante un rival directo por acceder a los ´play off´, el Gran Canaria: 86-66. La única victoria de las cinco a domicilio se produjo en el Olímpico de Badalona. El DKV Joventut del recién nombrado Pepu Hernández no aguantó el ciclón verde y cayó por 23: 67-90. Los badaloneses, con cinco derrotas en los cinco últimos envites, están de capa caída.

El único triunfo apretado que ha tenido que vivir el cuadro costasoleño se produjo en un vibrante final, al más puro estilo ´play off´, ante el Asefa Estudiantes (96-93), séptimo clasificado de la clasificación, empatado a triunfos con el Unicaja, que es sexto. Ese triunfo fue vital para el despegue malagueño, que se dio un festín el pasado sábado ante el ya salvado Blancos de Rueda Valladolid: 88-58. Otros 30 puntos de ventaja.

Mejor que el Barcelona

En total, esas cinco alegrías se han producido por una ventaja media de 21,4 puntos, una barbaridad. Ni el todopoderoso Regal FC Barcelona puede alardear de esas cifras. Los ´culés´ han ganado esta temporada 30 de sus 33 partidos -lleva uno más que el resto, ante el Bizkaia, adelantado por jugar este fin de semana la ´Final Four´ de París-. Y la diferencia de puntos a su favor en esas 30 victorias es de 17,7 puntos, 3,7 puntos menos que el espectacular bagaje del conjunto de Los Guindos.

Dudas ante los grandes

No todo, eso sí, son alegrías para el Unicaja en estas últimas semanas. Mezcladas entre esas cinco reconfortantes victorias llegaron también dos derrotas. Los de Aíto nunca tuvieron opciones de ganar, a pesar de las estrecheces del marcador, ni en La ´Fonteta´ de Valencia (92-87) ni en el Palau Blaugrana de Barcelona (84-74). Y es un mal endémico en este equipo en lo que va de curso. El Unicaja ha perdido en sus visitas a las pistas de los otros siete equipos que comparten una plaza en el ´play off´, salvo en la del Estudiantes, donde ganó por 71-72.

El Unicaja cayó en Barcelona, Vitoria (86-71), Madrid (84-67), Valencia, Sevilla (63-61) y Las Palmas (91-74). Con semejante bagaje se hace difícil creer en la capacidad de victoria de este equipo en los ´play off´, ya que afrontará las eliminatorias con el factor cancha en contra.