Vassilis Spanoulis, base-escolta que ha jugado las últimas temporadas en el Panathinaikos de Atenas, podría tener –sin él saberlo– la llave de la posible llegada de Terrell McIntyre al Unicaja. Y es que en Grecia se sigue asegurando que la lucha que durante las últimas tres semanas están librando los dos colosos del baloncesto heleno (Olympiacos y Pao) por este jugador internacional griego salpica indirectamente a Terrell McIntyre, ex base del Siena por el que suspira el Unicaja como próximo director de juego.

La situación la verdad es que no ha variado mucho respecto a lo adelantado por La Opinión de Málaga en su edición del pasado viernes. Los dos ´grandes´ del baloncesto griego tienen en su agenda a McIntyre como ´segundo plato´ de esa lucha que mantienen por Spanoulis. Si el base-escolta internacional griego deja el Pao, Obradovic quiere a Terrell como su sustituto. El técnico serbio ha llegado a decir que McIntyre es el único jugador en el mercado capaz de jugar el pick & roll como Spanoulis. Y que por eso echará el resto por ficharle.

Si Spanoulis al final se queda en el Panathinaikos, será entonces el Olympiacos el que irá a por el base americano para cubrir el ´no fichaje´ de Spanoulis.

Mientras tanto, el Unicaja sigue con su ritmo. Realizó anteayer una nueva oferta por el jugador a su representante, Craig Spitzer, que ayer por la mañana viajó a Atenas para entrevistarse con los rectores de los dos clubes más importantes de la ciudad de Atenas, en una clara demostración de que su llegada a Málaga está realmente complicada.

Esta segunda oferta cajista mejora sensiblemente las condiciones de la primera –que fue rechazada por el jugador– y desde el club se mantiene la incertidumbre de saber si será suficiente para convencer a un McIntyre, que parece cada día más cerca del baloncesto griego, para desgracia cajista.

La verdad es que económicamente el Unicaja no va a poder competir ni con Panathinaikos ni con Olympiacos. Las cifras que se manejan en la prensa helena estos días son desorbitadas para las posibilidades cajistas.

A saber, el Olympiacos le ha hecho una oferta a Spanoulis de 2,4 millones de euros netos para la próxima campaña. Por su parte, el Panathinaikos le ofrece 1,9 limpios para renovar con los verdes del OAKA. Desde este último club se asegura que esa misma cantidad es la que se le pretende pagar a McIntyre si definitivamente se le firma por la fuga de Vassilis a su gran rival. En El Pireo se apunta que los dueños del Olympiacos están dispuestos a realizar a McIntyre una oferta que también rondaría los dos kilos netos si es que el deseado Spanoulis les dice que no.

La gran baza del Unicaja a día de hoy es que hasta que no se decida la situación de la estrella griega, ninguno de los dos equipos –en principio– moverá ficha. Spanoulis debería haber anunciado su destino el pasado viernes día 18. Era el día límite que le habían dado unos y otros. Pero todavía hoy, diez días después, sigue sin hacer oficial su futuro. El entorno del jugador quiere que se vaya al Olympiacos porque la oferta económica es mejor, pero él está muy agradecido al trato que le dio el Panathinaikos hace tres campañas para fichar por los Houston Rockets de la NBA y eso le hace estar indeciso para no defraudar y quedar mal con los rectores del club verde del barrio de Maroussi.

Esta indecisión es lo que puede ayudar al Unicaja porque puede ´cansar´ tanto a McIntyre como a su agente y decidirse entonces por la oferta costasoleña, mucho menor en lo económico, pero ligeramente superior a lo que ha percibido la pasada campaña en el Montepaschi Siena y dispuesta para firmarse hoy mismo, si el jugador así lo quisiera.

El Unicaja aguarda noticias. Puede pasar cualquier cosa. Ojalá todo acabe bien, pero...