Rafa Martínez va deshojando la margarita. Y, por ahora, el pétalo que más reluce tiene impreso un logo en forma de abanico, es verde y se llama Unicaja. El escolta del Power Electronics Valencia está encantado con la propuesta por cuatro años del club malagueño, que anoche ultimaba una contraoferta -a petición de su representante- para terminar de convencer al barcelonés. El nuevo documento no variará en el número de años, que seguirá siendo cuatro, y sí que verá incrementada la partida económica, aunque siempre dentro de los límites permitidos por el presupuesto.

Martínez ha comenzado a reducir opciones y, a día de hoy, tiene más o menos claro que de no seguir en Valencia su destino estará entre Málaga y Barcelona. Del Barça le encanta el potencial del equipo y la posibilidad de luchar por títulos, con un buen contrato. Pero le aterra la dura y cruda realidad: ser el eterno suplente de Juan Carlos Navarro, quedarse con minutos intrascendentes y perder el tren de la selección.

El jugador ya ha hablado personalmente con responsables del Unicaja, que le han garantizado protagonismo en el equipo. Lo de tener más o menos minutos lo decidirá, única y exclusivamente, su rendimiento en la pista. Y Aíto. Ayer hubo un nuevo intercambio de llamadas entre su agente, Miquel Solá, y los dirigentes de Los Guindos, y hubo un acuerdo en firme para presentar una contraoferta en las próximas horas para acabar de rematar la operación. El escolta de 28 años admitió este martes en una entrevista a La Opinión que debía meditar su futuro y que tenía dudas que sólo el tiempo podía solucionar. «Estoy muy agobiado», llegó a confesar. Parece que las últimas horas han ayudado a avanzar en la toma de una decisión en firme. Y Málaga es su opción favorita. Aunque habrá que tener mucho cuidado con el Barcelona... y con el Valencia.

Derecho de tanteo

El Power Electronics está con la mosca detrás de la oreja. Rafa tiene un año más de contrato y el club ya le ha planteado una ampliación por tres más. Quieren que se retire de taronja. Ayer, el presidente levantino, Vicente Solá, declaró que el Power acudirá al derecho de tanteo si es necesario para retener al jugador, aunque sea contra la voluntad de Rafa. Su cláusula de salida está en torno a los 500.000 euros y el Unicaja debe llegar a un acuerdo con el Valencia. Aunque en la ciudad del Turia parecen por la labor.