El escolta Rafa Martínez y su representante, Miquel Solá, almorzaron ayer en un restaurante de Barcelona para hablar largo y tendido sobre el futuro del todavía jugador del Power Electronics Valencia. El catalán tiene encima de su mesa una oferta para las cuatro próximas temporadas del Unicaja, que también se haría cargo de abonar su salida del club taronja. El problema es que el Unicaja no es la única alternativa del jugador, que también ha llamado la atención de Barcelona, Bizkaia Bilbao, Caja Laboral y Olympiacos griego. El propio Power Electronics también le ha planteado que continúe en el equipo, aunque parece una posibilidad compleja. Con un año más de contrato, la única salida que le queda al Valencia es sacar tajada por él, ya que el próximo curso se marcharía gratis. r. molina guerra Málaga