El mercado europeo de tiradores se agota. El nombre de Martynas Gecevicius, escolta lituano del Lietuvos Rytas pretendido en la última semana por el Unicaja, es ya el quinto de una lista que comenzó Carlos Suárez, siguió Rafa Martínez y mató Thomas Kelati. Y entre tanto, Juan Dixon. Americano, del gusto de Aíto García Reneses, contratación a la que el entrenador cajista dio luz verde. Y eso que su fichaje hubiera supuesto cerrar la posible incorporación de un americano en plena temporada, como es petición del técnico, ya que con Terrell Mc Intyre y el propio Dixon, los dos puestos de extracomunitarios habrían estado ya ocupados.

La posibilidad de que el escolta tirador que tanto necesita el equipo tenga nacionalidad americana gana posibilidades conforme se enquistan las negociaciones para contratar a Gecevicius, la perla lituana de 22 años, sin experiencia en un grande, de la está pendiente ahora el Unicaja.

El Lietuvos Rytas o va de farol o va muy en serio. No cabe otra alternativa. Las palabras de su responsable, John Vainauskas, hablando de que el escolta es clave para ellos cristalizaron ayer. Ni quieren oír hablar del Unicaja ni de sus euros en la capital lituana. El jugador, tasado en 750.000 euros, no saldrá de la ciudad báltica por otra cifra inferior. No hay negociación posible porque el Lietuvos, al menos por ahora, no quiere negociar.

El jugador, por supuesto, ha comenzado a presionar a su club. Para él, venir a Málaga sería cumplir un sueño. Llegaría a un club importante dentro de la ACB y de la Euroliga, triplicaría su sueldo y podría firmar un contrato de tres años de duración, dos fijos más un tercero opcional. Una ocasión pintiparada para el escolta nacido en Vilnius el 16 de mayo de 1988.

El tirador de 1,93 metros es el nuevo objetivo del club para reforzar el perímetro. Sin embargo, los obstáculos puestos por su club, las dudas que generan su salto a un equipo de más expectativas, a una Liga nueva y más competitiva y la adaptación a una ciudad totalmente diferente han activado otras alternativas en el Unicaja.

Y es que los ejemplos de Saúl Blanco o Guille Rubio están aún muy recientes. Cambiar Fuenlabrada y Manresa por Málaga no es tarea sencilla. Imagínense Vilnius por la Costa del Sol, con todo lo que eso conlleva tras de sí.

El mercado comunitario no presenta, la verdad, otras alternativas potables. A Aíto García Reneses se le han presentado ya listas de todos los colores de jugadores comunitarios. Pero ningún nombre termina de llenar al veterano técnico. Hasta los despachos de Los Guindos han llegado multitud de ofrecimientos. Jugadores serbios, griegos e incluso otro lituano. También la de algún americano con ´pasaporte de conveniencia´ que tampoco acaba de convencer al preparador.

Por eso se ha intensificado, en las últimas horas, el rastreo del mercado extracomunitario. Es preferible atar a una buena pieza ahora que esperar a mediados de curso, una vez se detecten los problemas del equipo.

Además, hay más jugadores disponibles con pasaporte estadounidense. Muchísimos. Y algunos, por cierto, con un pedigrí excepcional. También hay en mercado jugadores con pasado ACB, que han rendido a buen nivel, y que podrían interesar en Los Guindos. De cualquier forma, el Unicaja piensa agotar la vía de la negociación con Gecevicius. Aún se confía en que estas conversaciones puedan llegar a buen puerto. Al jugador aún le queda un año de contrato, con un segundo opcional, por lo que el próximo verano podría marcharse por una cantidad ridícula. Quizá el Lietuvos se replantee en los próximos días qué opción seguir: si sacar tajada ahora por su nueva joya o perderla en el plazo de un año.