Aíto García Reneses sigue al frente del banquillo cajista... de momento. Ayer completó la doble sesión de trabajo programada para el equipo en el Martín Carpena y esta mañana, a las 12 del mediodía, volverá a vestirse de corto para dirigir la última sesión previa al viaje a Granada. Pero su futuro parece más fuera que dentro del club. Es más, entre bambalinas se hablaba a última hora de la noche de ayer de que la decisión de su destitución «ya está tomada».

La verdad es que ayer fue una jornada de continuos rumores. Sobre todo durante la tarde, cuando corrió como un reguero de pólvora por la capital costasoleña que el club había decidido la desvinculación del entrenador madrileño. Algunas fuentes hablaban de la salida de Aíto y la llegada de Paco Aurioles desde el Clínicas Rincón, de manera interina, mientras la dirección deportiva buscaba en el mercado otro técnico.

Otras fuentes decían que Aurioles sería el técnico durante el resto de la temporada y dependiendo de los resultados se estudiaría el próximo verano si continuar con él o salir de nuevo al mercado. También se especuló con la posibilidad de que el elegido fuera Bozidar Maljkovic, ex técnico verde y ahora seleccionador de Eslovenia –cargo que podría compaginar con el de entrenador cajista–.

Lo cierto es que el lunes en la Caja estuvo plagado de conversaciones entre los dirigentes cajistas en busca de una solución para el difícil momento que atraviesa el club. Sobre la mesa, los malos resultados del equipo y la bronca general del Martín Carpena a Aíto García Reneses en los dos últimos partidos. La grada está claro que ha dictado sentencia y que ha encontrado ´su´ culpable.

La falta de un sustituto que colme las expectativas del consejo de administración cajista es lo que realmente mantiene en el cargo a Reneses a día de hoy. En el Unicaja hay dudas de qué es lo mejor a estas alturas de la temporada, con la Copa del Rey prácticamente perdida y a nueve días del arranque del Top 16 de la Euroliga. La opción de Aurioles gusta, pero parece arriesgada, sobre todo porque en el recuerdo está la ´etapa puente´ de Paco Alonso entre Maljkovic y Scariolo, que no acabó de forma positiva.

El otro nombre que sonaba ayer con más fuerza era el del propio ´Boza´ Maljkovic. El serbio, seleccionador de Eslovenia desde hace unas semanas, conoce el club, tiene buenos contactos entre los consejeros y no plantearía una excesiva exigencia económica, aunque tampoco parece claro que un técnico de su caché acepte una oferta que no sea por ésta y una temporada más, algo que el club deberá estudiar.

El caso es que Aíto sigue siendo oficialmente el entrenador del Unicaja, pero sin fecha de caducidad definida. Es cierto que su contrato acaba el próximo 30 de junio, pero pensar en que esté más allá de esta misma semana en el banquillo verde parece una quimera.

De momento, mañana el equipo tiene una nueva jornada de Liga, con la visita al CB Granada, en la que una nueva derrota dejaría ya sí matemáticamente al equipo fuera de la cita copera, cuestión ésta que también podría ser decisiva para anunciar su destitución.

Los dirigentes cajistas sopesaban anoche todas las posibilidades abiertas en una reunión al más alto nivel que arrancó a las 21 horas y que al cierre de esta edición todavía no había finalizado.

La pérdida de confianza en Aíto es palpable a todos los niveles. La grada lo considera el culpable de la mala racha actual, en el consejo ya no le queda ningún apoyo y la imagen que da la plantilla en los partidos tampoco parece que sea la de la unidad que requiere este tipo de situaciones extremas. Por eso la decisión es firme y unánime y sólo es cuestión de tiempo que el club la haga oficial.

De momento, el mercado le ha echado un cable al madrileño, ya que los técnicos que más apetecen al club están todos con contrato en vigor y los que están en el paro de cierto nombre, tanto nacionales como extranjeros, exigen lo que resta de temporada y al menos un año más, como es el caso de Dusko Vujosevic, entrenador la pasada temporada del Partizán y que esta temporada ha sido cortado por el CSKA o de Zmago Sagadin. ¿Sergio Scariolo? Sencillamente, imposible. Tiene el reto por delante este verano de meter a España en los JJOO de Londres y es inviable que deje ahora su cargo en la selección para embarcarse en la nave verde.