Alicante esperaba anoche tranquila al Unicaja. Con el cielo plomizo tras descargar agua, el Puerto y su coqueto paseo marítimo eran un mar de tranquilidad. Un escenario opuesto, tremendamente diferente, es el que le espera hoy al Unicaja en el Centro de Tecnificación. Una verdadera ratonera en la que los malagueños han perdido en sus dos últimas visitas y que no asaltan desde hace ya un lustro. Este mediodía, a partir de las 12.30 horas y sin televisiones que ofrezcan el encuentro, el Unicaja afronta el reto de volver a ganar lejos del Carpena en un partido de «su Liga». Porque ésta, a diferencia del europartido en Moscú, sí es la «guerra» del equipo malagueño. El Lucentum está igualado en la tabla con los verdes, ambos con cinco triunfos y dos derrotas, y la de hoy supone una verdadera prueba para la resistencia malagueña.

Resueltas con sendos notables las visitas a Santiago de Compostela y San Sebastián, y tras casi sorprender al Valencia en La Fuente de San Luis, al Unicaja le aguarda hoy un choque exigente, en el que deberá dar lo mejor de sí mismo. El rival, ya se lo digo yo, no regalará absolutamente nada. Es un equipo guerrillero, que defiende muy bien, que sabe a lo que juega y que, consciente de sus limitaciones, apura al máximo sus virtudes.

Por algo está el equipo de Alicante en los puestos altos de la tabla. Hay buena química aquí. Porque sus números no son nada del otro mundo. Más bien, todo lo contrario... El Lucentum es sólo el equipo número 13 en ataque –69,8 puntos por cita–, mientras que el Unicaja es tercero: 79,5. Ellos son undécimos en valoración (72,7), mientras que el Unicaja es tercero (92,4). Ellos son decimoterceros en asistencias y porcentajes de tiros de dos, por el segundo y tercer puesto de los malagueños. Y en rebotes, mucho ojo, el Lucentum cierra la clasificación de la ACB, son últimos, con sólo 27,7 rechaces, por la cuarta plaza costasoleña, con 37. O sea, 10 rebotes más. ¿Qué hace entonces al equipo de Txus Vidorreta tan sólido? ¿Qué le ha llevado a asaltar la misma Fonteta de Valencia (67-70) o a vencer en casa al Bizkaia Bilbao (81-77)? Pues hoy lo comprobará el Unicaja en sus propias carnes.

El Unicaja llega hoy avisado de lo que le espera. Es consciente de que éste sí que es un rival de su talla, incluso de un perfil menor. Pero cualquier encuentro a domicilio en la Liga Endesa siempre representa una empresa compleja. Y en Alicante, viendo los precedentes y el gran momento del rival, se impone un sobreesfuerzo.

Qué duda cabe de que todas las miradas estarán puestas en la matinal del domingo en Gerald Fitch. El americano pasa un momento alarmantemente bajo. Ha perdido la confianza en sí mismo, pero Chus Mateo mantiene su fe en él. Sostiene el cuerpo técnico que Fitch es el mismo que la pasada temporada se echó al equipo a la espalda y lideró la reacción. El escolta ha demostrado que no está para nada. Hoy volverá a gozar de una nueva oportunidad. Debe aprovecharla. Porque a alguno en Los Guindos ya se le empieza a agotar la paciencia.

Mateo no tendrá hoy en sus filas ni a Kevin Durant ni a Tiago Splitter ni a Luol Deng. Los que están son los que están. Y con ésos tendrá el Unicaja que tirar «pa lante». La Caja ha dejado claro que, salvo extrema necesidad o auténtico chollo, los que están ahora son los que terminarán la temporada, a expensas de que la NBA se suspenda definitivamente. Pero eso será en enero. A finales del primer mes del 2012. Y de aquí en adelante quedan batallas, muchas batallas, que disputar. Y serán los que están ahora las que deben dar la cara por el Unicaja. Los que salgan hoy a pista serán los nuestros. Que son muy buenos...