­­­­­El Unicaja-UCAM Murcia (87-79) del 14 de enero dio paso a la crisis. La vida por aquel entonces se veía de color de rosa. Pero a partir de ahí llegó la estruendosa racha de 12 derrotas en 13 partidos, con una única victoria, a domicilio, ante el colista Blancos de Rueda Valladolid (76-83). El Martín Carpena no ve ganar a su equipo desde aquel encuentro ante el equipo murciano. Hace casi dos meses, todo un mundo en plena competición. Y puede que en el «factor Carpena» esté la clave del resurgir del equipo de Chus Mateo. El calendario ha querido que el Unicaja dispute tres de sus cuatro próximos choques en Málaga, ante su gente, con la «marea verde» como testigo de excepción y con la imperiosa necesidad de ganar. Ahora más que nunca, en los peores momentos, es cuando el equipo necesita a su gente.

Sigue siendo cuarto el cuadro malagueño y su colchón aún da de sí. Pero para conservar su privilegiada plaza debe entrar en cintura. Y para ello se hace imprescindible sacar esos tres encuentros en casa frente a Lagun Aro (este miércoles a las 20.45 horas), Asefa Estudiantes (próximo domingo a las 12.30 horas) y, tras visitar al Caja Laboral el sábado día 18 a las 18.00 horas (Teledeporte), de nuevo choque en el Palacio, esta vez ante el Lucentum Alicante (sábado día 24 a las 19.00 horas).

El Unicaja tiene ahora que centrarse únicamente en la Liga Endesa. Y ése es un factor muy favorable. Claro que sin su afición el equipo está desnudo. No atraviesa su mejor momento la relación. El pasado jueves, en el último choque europeo del Top 16 ante el Gescrap Bilbao, el Carpena registró la peor entrada de su historia en un partido oficial: 4.000 espectadores. Acumula ya este año 13 temporadas el Carpena como la casa del Unicaja. Y jamás, nunca antes, había presenciado tan poca gente un encuentro del equipo.

Hasta ahora, la peor entrada databa de la pasada campaña, cuando en el mes de marzo de 2011 visitó al Unicaja el Manresa, y tan sólo 5.100 abonados se dieron cita en el Palacio. El triste récord está batido. Y, curiosamente, el anterior registro negativo databa de la campaña 2008/09, en la visita del Lagun Aro –entonces Bruesa–. En aquel encuentro sólo se dieron cita en el Carpena 6.000 aficionados. Ahora el equipo de San Sebastián regresa a Málaga. Y es un lobo con piel de cordero.

Gracias a la derrota del Lucentum en la pista del último clasificado, el Blancos de Rueda, el Unicaja conserva su cuarta plaza liguera. Restan aún 12 partidos para la conclusión de la Fase Regular, y el Unicaja, en las 22 jornadas ya disputadas, acumula 13 triunfos y 9 derrotas. El pasado curso, sin ir más lejos, a estas mismas alturas, el Unicaja firmaba un balance de 11-11, idéntico registro que en el curso 2009/10. Hace tres años, el primero de la «era Aíto» en Málaga, el equipo también era cuarto, aunque con mejor registro: 15-6. Y, curiosamente, en la temporada 2007/08, con el mismo récord actual de 13 alegrías y 9 decepciones, el Unicaja tan sólo era séptimo en la clasificación de la ACB.

Ahora ese colchón malagueño se ha debilitado. El próximo rival, el Lagun Aro, al igual que el propio CAI Zaragoza, están a una sola victoria cajista. Urge el triunfo. De hecho, el Unicaja ya venció en San Sebastián a un rival que por aquel entonces se buscaba a sí mismo. Los hombres de Chus Mateo ganaron 92-95 y eran líderes de la Liga Endesa.

Y para recuperar el pulso el Unicaja tiene que ganar sí o sí. Por eso la afición debe volver a acompañar al equipo. En las buenas y en las malas. Como siempre fue. Y ahora van mal dadas, así que la «marea verde» debe redoblar todos sus esfuerzos. Ahora más que nunca.

Tras el choque ante el Lagun Aro llegará a Málaga un equipo en crisis, el Asefa Estudiantes. Los de Pepu Hernández atraviesan otro momento delicadísimo. Están en puesto de descenso. Ayer, sin ir más lejos, se desmoronó en San Sebastián. Y es que se midieron los dos próximos rivales verdes, con palizón del cuadro donostiarra. El choque estaba diseñado para el sábado, pero se ha retrasado un día y se jugará el domingo a las 12.30 horas. Dos choques cruciales en el devenir malagueño, que luego visitará al Caja Laboral y acabará el mes de marzo de nuevo en el Carpena ante el Lucentum, también alicaído, que ahora iguala con el Unicaja, ambos con 13-9. El choque podría marcar diferencias en la lucha por esa cuarta plaza que ahora es propiedad cajista.