La torcedura de tobillo que Joel Freeland se produjo en la recta final del partido frente al Lagun Aro no reviste la gravedad prevista. El ala-pívot inglés se resintió del fuerte esguince que sufrió hace más de un mes, y que tuvo en jaque a los servicios médicos del Unicaja. Frente al cuadro vasco, con el partido en plena ebullición, el inglés se quejó de un nuevo contratiempo, y tuvo que ser retirado, cojeando, por el pívot del Lagun Aro, David Doblas, y el capitán del Unicaja, Berni Rodríguez.

Se le vendó la articulación y se le puso una bolsa de hielo para evitar que la inflamación fuera a más. Sin embargo, ayer, Freeland fue tratado por la mañana en el Martín Carpena. Y la buena noticia es que su esguince fue muy leve. Si quiere forzar y jugar con dolor, algo a lo que los jugadores están muy acostumbrados, el británico podrá ayudar al equipo en el complicado examen del próximo domingo en casa frente al Asefa Estudiantes (12.30 horas).

El plantel verde, con caras largas, regresó ayer al trabajo, con las ausencias ya conocidas de Darden y Garbajosa. Sí que entrenó Fitch, que probó jarabe de banquillo el pasado miércoles ante su alarmante estado de forma. Mascando chicle y haciendo globitos, el americano estuvo presente.