El Unicaja no logró ayer materializar la contratación del entrenador serbio Svetislav Pesic y, sin otras opciones de su gusto, decidió destinar esa inversión económica a la llegada de un refuerzo para el equipo, el croata Krunoslav Simon, y mantener en su puesto a Chus Mateo. El técnico madrileño continuará en el banquillo verde. Al calor del sofocón de la enésima decepción del equipo, se pactó su salida, decidida por el consejo, con su presidente, Eduardo García a la cabeza, durante la tarde-noche del domingo. Y en esa misma reunión entre el máximo dirigente y el director deportivo, Manolo Rubia, se habló del serbio Svetislav Pesic como la solución de consenso, como el único nombre que realmente convencía a todas las partes.

Se dejaron a un lado las múltiples opciones nacionales, porque ni Luis Casimiro ni Paco Olmos ni Manolo Hussein ni Alfred Julbe convencían lo más mínimo. Sin embargo, ayer por la mañana, en comunicación con Arturo Ortega, el agente en España del preparador del Estrella Roja, se descartó la posibilidad de que Pesic se hiciera cargo del Unicaja. Antes debía romper dos contratos. Y la cuantía de los mismos era inasumible para las arcas de Los Guindos.

La salida de Pesic del Estrella Roja está pactada en una cantidad permisible, pero para entrenar a un equipo de la Liga ACB, el serbio debía también desvincularse de la selección de Alemania, con la que llegó a un acuerdo hace menos de un mes. Y semejante negociación ya se salía de los cálculos del Unicaja. No había alforjas para ese viaje, por lo que el club decidió cortar por lo sano.

Así, la decisión fue unánime. En la misma mañana, ya casi al mediodía, presidente y director deportivo acordaron que la inversión que se iba a realizar en rescindir a Chus Mateo y en contratar a un nuevo entrenador se iba a dedicar a cerrar la llegada de Krunoslav Simon. Y así fue.

Manolo Rubia se fue desde Los Guindos hasta el Martín Carpena, donde ya estaban trabajando los entrenadores del Unicaja, con Chus Mateo al mando, y junto a Paco Aurioles y Ángel Sánchez. Allí tranquilizó al personal. Les transmitió, antes del almuerzo, la profundísima preocupación del club por la racha de 14 derrotas en 15 encuentros e instó a Mateo a reaccionar.

Además, Rubia por fin confirmó que tenía la autorización de la entidad para contratar a Simon, y que la negociación estaba prácticamente ya finalizada, a falta de los lógicos flecos.

La idea -en el Unicaja las ideas cambian con rapidez- es ahora que Mateo concluya la temporada. Aunque todo dependerá de los resultados. El consejo tiene ya el miedo en el cuerpo. Ha visto, de golpe y porrazo, ver peligrar muy seriamente la Licencia A de la Euroliga. Y eso es algo que no se puede permitir ni tolerar. Bajo ningún concepto. Para retenerla hay que estar, sí o sí, entre los ocho mejores clasificados a la conclusión de la Fase Regular. El Unicaja es ahora séptimo, pero su visita a Vitoria el domingo no hace presagiar nada bueno. Pista muy complicada y rival muy duro.

Chus Mateo dirigió ayer, con total normalidad, el entrenamiento vespertino del equipo en el Carpena. Sabe que se le ha renovado la confianza. Pero que no es ilimitada. En este mes se las verá con Caja Laboral y Lucentum Alicante. El equipo está obligado a reaccionar. De inmediato.

Unicaja quiere ahora rescindir el contrato de Gerald Fitch. Todos no tienen cabida a partir de ahora en el Unicaja. La contratación de Simon va a acarrear la salida de un jugador y ése es Gerald Fitch. El americano ha perdido la confianza del cuerpo técnico y del propio club, y será dado de baja el próximo viernes en la Liga ACB para poder inscribir en su lugar a Krunoslav Simon. La idea de la entidad malagueña es llegar a un entendimiento con la agencia de representación de Fitch para rescindir su contrato y así ahorrar una cantidad que será invertida en la llegada de un segundo fichaje, al margen de Simon. El club confía en que se pueda cerrar pronto toda la negociación, toda vez que Fitch está mentalmente ausente. El Unicaja cuenta a día de hoy con 13 jugadores, aunque Darden y Garbajosa están lesionados, Fitch no tiene la confianza de Mateo y Sinanovic tampoco entra en la rotación.