Cuando los balones dejaron de retumbar sobre el parqué del Martín Carpena se podía oír la respiración contenida de Chus Mateo. En un silencio sepulcral. Miraba, sin saber dónde, los asientos vacíos de un pabellón inerte, que había dejado de latir ya para él. Deambulaba de un lado para otro. Saludó a Fitch, charló con Garbajosa, iba de aquí para allá sin rumbo fijo, con sus dos manos metidas en los bolsillos de su chamarreta del chándal. La cremallera entreabierta dejaba ver el polo de color verde de un club que le sentenció tras caer ante el Estudiantes, que le acorraló durante toda la pasada semana y que ayer lunes decidió lo inevitable después de perder 15 de los últimos 16 partidos: su destitución.

Mateo se sabía ya fuera del Unicaja desde que se montó en el avión de Bilbao ayer por la mañana. Comenzó a leer ya chismorreos y diatribas. Llegó a Málaga y se puso a currar, en el Palacio de los Deportes. Y por la tarde dirigió el entrenamiento del equipo, aunque en ese momento -18.30 horas- el club ya había tomado la decisión de prescindir de sus servicios.

En Los Guindos, a unos cuantos kilómetros de distancia, el presidente, Eduardo García, y el director deportivo, Manolo Rubia, ya habían comenzado a buscar entrenador. Otra vez. Lo hicieron hace justo una semana, el domingo por la tarde tras la caída ante el equipo estudiantil. Pero con la decisión tomada y la sentencia ya sobre la mesa de darle aire fresco al vestuario, el candidato de consenso del consejo, Svetislav Pesic, dio largas. Así lo contó este periódico. Y se cogió la calle de enmedio: fichar al máximo anotador de la Liga LEB Oro: Troy DeVries.

No ha pasado nada extraño durante esta semana.

El equipo perdió en Vitoria. Lo normal viendo el momento de unos y otros, y las armas de las que disponía Chus Mateo. Pero el consejo, que ya había sentenciado al madrileño, no aguantó más. Así que a las 20.39 horas, el club envió una nota: «El consejo ha decidido cesar a D. Jesús Mateo Díez en el cargo de primer entrenador del equipo ACB. Ante esta situación, D. Francisco Aurioles, hasta el momento técnico ayudante, se hará cargo del

equipo como primer entrenador en funciones».

A Chus se le llamó tras el entrenamiento y se le comunicó la decisión. Está abatido. Aurioles dirigirá el entrenamiento del equipo hoy, pero la intención del club es que el nuevo técnico sea el que se siente en el banquillo verde el sábado, ante el Lucentum Alicante. El favorito del consejo y con quien ya se han iniciado los contactos es el croata Jasmin Repesa. Si el técnico del Cibona y seleccionador croata no puede salir, los focos apuntan a Luis Casimiro.

Chus ahora debe negociar con la entidad. Higinio Alonso, su agente, ya está en contacto con el club, tanto con Manolo Rubia como con el gerente, Ángel Bordes, porque el madrileño tiene firmado otra temporada más, pero no como entrenador en jefe, sino como segundo. ¿Querrá Chus seguir en el club? Parece que no. Así que deberán ponerse al día. Y poner orden. Dejar escapar a Mateo sería un error, porque es un trabajador incansable, un extraordinario hombre de club, un tipo honesto, cabal y humano. Mateo deja una impronta imposible de borrar. Su dedicación y su compromiso están fuera de toda duda. Pero la ley de los resultados le ha condenado.

Su recambio hereda una plantilla que en el primer tercio del curso deslumbró y que desde que comenzó 2012 se ha transformado en un verdadero caos. Además, deberá entrenar a Troy DeVries, fichaje que ahora pierde gran parte de su sentido. Quien venga, de nivel alto o bajo, no ha aprobado el fichaje de un jugador de 29 años procedente de la LEB Oro. Y tendrá un plantel con 14 jugadores en nómina, incluidos cuatro americanos: el propio DeVries, Tremmell Darden, Gerald Fitch y Mark Payne. Así que lo de fichar a un decimoquinto jugador se vería como algo inexplicable para la entidad financiera. Además, en plantel habrá dos bases que no saben dirigir y un equipo hundido que, todo sea dicho, ha ayudado bien poquito a que Mateo se mantenga al frente de la escuadra malagueña.

Dos destituciones en un año. La destitución de Chus Mateo -Chus y Unicaja fueron tendencia en Twitter anoche- es la segunda en la historia del Unicaja, además de la dimisión de Paco Alonso en su día. Hace un año y dos meses, Aíto García Reneses salía del Martín Carpena con sus pertenencias metidas en una bolsa de basura. Fue el 17 de enero de 2011. Un año, dos meses y dos días después, tras cumplir con todos sus objetivos en el club (clasificación para el play off, disputar la Copa del Rey y llegar al Top 16 de la Euroliga), Chus Mateo, el que fue su recambio, vuelve a ver la puerta de salida. Dos en sólo un año. Mateo se va tras dirigir al equipo en 67 partidos con 29 triunfos y 38 derrotas.