­El mal momento por el que atraviesa el Unicaja y también Joel Freeland parece no ser óbice para que Portland Trail Blazers, la franquicia de la NBA que posee los derechos del jugador cajista, continúe espiando al británico. El jefe de ojeadores en España de la escuadra de Oregón, Jason Filippi, volvió ayer a visitar Málaga para ver en directo la progresión de Freeland, muy gris ayer, al igual que el equipo. El ala-pívot, que entró y salió del encuentro durante la primera parte, firmó 12 puntos, 3 rebotes y 13 de valoración en 28:04, números lejos de los que se apuntó durante la primera vuelta de la Liga Endesa.

A pesar de eso, Freeland sigue siendo una pieza muy cotizada para la mejor Liga del mundo y, en concreto, para Portland. El equipo tiene los derechos del jugador, aunque tras ser drafteado y seguir en el baloncesto europeo, el británico sólo está sujeto a derecho de tanteo. Es, lo que en la NBA suele llamarse, un agente libre restringido. O sea, que si cualquier franquicia americana le ofrece un contrato en el futuro, Portland podría retenerle si iguala las cifras de ese compromiso.

«Él ha venido a ver el partido. No hay nada especial», explicó Freeland tras el encuentro, cuando dialogó por espacio de diez minutos con Filippi, en uno de los pasillos interiores del Martín Carpena. « Hablé un poco con él. Ha venido cinco o seis veces este año para hablar», confesó Freeland que, tras tanta visita y tanta charla, admitió que ya hay una buena relación entre ambos. «Somos amigos, siempre está aquí, hablando conmigo. Me pregunta cómo estoy, cómo me siento. No es nada fácil para mí esta situación de ahora», señaló.

El inglés tiene dos años más de contrato con el Unicaja, por lo que cualquier equipo, europeo o de la NBA que quiera ficharle, deberá abonar alrededor de 1,5 millones de euros por su libertad. Además, la mejora se su actual compromiso está en punto muerto. Con el acuerdo prácticamente cerrado, el Unicaja lo ha parado visto el inesperado paso atrás que Freeland ha dado en su juego.

El propio jugador no comprende bien qué le ocurre al Unicaja. «Estamos haciendo las cosas muy bien entre semana, entrenando muy duro y fuerte, pero de repente llega el partido y no defendemos como sabemos, y no hacemos lo que tenemos que hacer. Debemos superarlo, ser más fuertes desde ya, porque sólo faltan seis partidos para el final de la Liga y debemos ganar. Tenemos que vencer en Murcia, ganar allí sí o sí. Empezar por ese partido. Desde el martes, cuando entrenemos de nuevo, y hacer las cosas que hacemos en los entrenamientos luego durante los partidos».