Aire fresco para limpiar el olor a podrido. Caras nuevas contra la depresión. Pero no la de Theo Papaloukas o la de Nikos Pappas o cualquier otro nombre de los que afloran por las distintas redes sociales en los últimos días. Son Díaz y Kuzmic. Un base júnior de 18 años recién cumplidos y el pívot bosnio del Clínicas, de 21.

Ellos dos acompañaron ayer a los diez profesionales sanos de la plantilla hasta Badalona para preparar la cita de esta tarde-noche (sin televisión) ante el FIATC Mutua Joventut. Se quedaron en casa el lesionado Garbajosa y el «castigado» Valters. Si por Casimiro fuera, alguno de los que voló hasta El Prat tampoco se habría montado en el avión, pero dicen que «para poder vender el burro, hay que llevarlo a la feria»... pues eso, todos a la feria.

Es la misma cantinela de los últimos partidos, pero esta vez con las matemáticas ya como juez y parte: Si el Unicaja quiere jugar el play off por el título tiene que ganar hoy en el Olímpic de Badalona. Todo lo que no sea sumar, será decir adiós a la fase final liguera. Ni más ni menos.

El equipo, en un ambiente depresivo, llegó anoche a Barcelona dispuesto a no se sabe muy bien qué. Después de la mala racha actual, es imposible pensar en nada positivo, pero lo cierto es que el Joventut tiene la temporada hecha –sus opciones de play off son ínfimas y el descenso ya es imposible– por lo que un buen partido de los cajistas podría darles un triunfo balsámico y que abriría las puertas a la esperanza. Si no para ser octavos, por lo menos para agarrar la novena plaza y salvar la Licencia A de la Euroliga.

La semana ha sido corta, pero intensa. Sin Valters en el equipo, les tocará a Rowland –en su enésima oportunidad de demostrar que vale para esto– y a Berni dirigir al equipo, con la ayuda del júnior Alberto Díaz, un proyecto de futuro muy interesante, pero al que no sé si Casimiro querrá quemar justo en este momento.

DeVries y Darden se mantienen como pareja exterior norteamericana y el equipo técnico espera que Freeland y Zoric vuelvan a ser esa pareja interior que tantas alegrías dio hace algunos meses y que últimamente siempre falla por alguna de las dos patas. O está mal el croata o está mal el británico... o están mal los dos.

El Joventut afrontará la cita con un excajista en sus filas, Pooh Jeter, uno de esos bases que vinieron para intentar hacer olvidar a Carlos Cabezas y que salieron del club sin pena ni gloria, como Shammond Williams, Zabian Dowdell, Omar Cook, McIntyre, Panchi Barrera... por poner sólo algunos ejemplos y a la espera de que tomen el mismo camino el propio Rowland y Valters.

A nivel individual, el mejor jugador del FIATC Joventut en cuanto a valoración es el pívot Latavious Williams, con una media de 12,3. El pívot norteamericano destaca por ser un jugador muy atlético y, que a pesar de no ser demasiado alto para un jugador interior (2.02), es el jugador que más mates hace de la Liga (1,57 por partido) y figura entre los mejores reboteadores de la competición.

Pero que nadie se engañe. Si el Unicaja vuelve a perder, será porque lo ha vuelto a hacer mal. Será, seguro, más por deméritos propios que por méritos ajenos. Y es que a estas alturas, da lo mismo el que esté enfrente. El problema del Unicaja es el propio Unicaja.