­Buena parte del mérito de que el Lucentum se juegue hoy a una carta su clasificación para el play off con el Unicaja lo tiene Txus Vidorreta. El técnico vasco ha tenido que sortear graves problemas económicos y largas plagas de lesiones en una temporada dura y al mismo tiempo ilusionante. Los alicantinos dependen de sí mismos para jugar, por tercera vez en su historias, las eliminatorias por el título de la ACB. La final ante el «Fuenla» se jugará sin Ellis ni Dewar. El americano se rompió el talón de Aquiles y estará seis meses de baja, mientras que el francés no ha podido superar sus problemas de rodilla y tampoco podrá vestirá de corto. Por su parte, Rautins y Rafa Freire, cedido por el propio Unicaja al Lucentum, son duda para el trascendental encuentro.

«Es increíble lo de estos tíos y todavía dependemos de nosotros mismos y con el apoyo de la afición y de todos en general todavía podemos conseguir meternos en play off y va a ser impresionante si lo logramos. Tenemos mucha ilusión en conseguir la victoria 18 que ahora sí sabemos que da el acceso al play off de forma segura» señaló el técnico.

Para Vidorreta, el encuentro contra el Fuenlabrada, «más que una final es un premio» para el Lucentum, en el que van a intentar conseguir una victoria a pesar de las dificultades. «No creo en los milagros, pero como este equipo tiene un carácter especial...», apuntó. «Si lo conseguimos será casi un milagro deportivo, la segunda vuelta ha sido de las más difíciles de toda mi carrera», apuntó el técnico.

Para el «jefe» del banquillo alicantino, es «acojonante»lo que están consiguiendo los jugadores del Lucentum y más aún que sigan dependiendo de sí mismos para disputar las eliminatorias por el título. Y, en este sentido, recordó que el escolta Álex Urtasun «ha entrenado sólo cinco veces desde el 5 de enero». El vizcaíno apuntó que después de haber pasado temporadas sin aparentes problemas económicos y de lesiones, más allá de los razonables, tenía dudas de si podía ser un entrenador de esos que aprietan el puño y tiran hacia delante. Sin embargo, asegura haber hecho «un máster» en el Lucentum. «Ahora sé que tengo fuerza para dar y regalar y sé que puedo empujar mucho más de lo que pensaba. Es una cosa que no se la deseo a nadie, pero que te enriquece y te hace mejor», señaló.

Respecto al rival, el Fuenlabrada, Vidorreta destacó que están «con la satisfacción de haber salvado la categoría después de una segunda vuelta durísima para ellos».