De fondo suenan campanas. Hrvoje Peric pasea por la ciudad medieval de Dubrovnik. Nació en la turística ciudad croata hace 27 años. Acaba de estar en la playa y camina hacia casa, «para ir a entrenar». El todavía jugador del Unicaja se interesa por la actualidad de Málaga. «He pasado allí el mejor año de mi carrera deportiva», admite «Pero», un tipo que se ganó a base de honestidad, profesionalidad y baloncesto un hueco en el cuadro cajista. Su contrato expira el próximo 30 de junio, aunque el Unicaja posee una cláusula para renovarlo de forma unilateral, algo que no tiene previsto hacer. Y el alero croata lo intuye. «Nadie del club me ha llamado y mis agentes me han dicho que tenga tranquilidad. Tampoco he charlado con Repesa. Estoy pendiente a él, porque además debe dar la lista del Preeuropeo», admite.

El nuevo técnico cajista entra en escena. Peric está al tanto de la contratación del preparador de origen bosnio y nacionalidad croata a partir de septiembre. Y él le conoce a las mil maravillas. Mucho mejor que cualquier otro miembro del Unicaja. Peric estuvo la pasada campaña a las órdenes de Repesa en la Benetton de Treviso. Su experiencia allí le convierte en una de las voces más autorizadas para hablar sobre él, al que cataloga como «un muy buen entrenador».

No tiene duda de que el Unicaja ha acertado fichándole, ya que «encajará perfectamente en el club». «Es fantástico en el día a día, en el trabajo en los entrenamientos. Él siempre te va a pedir más, te va a exigir mucho, me gustó mucho estar con él», explica.

«Es muy exigente y basa el juego del equipo en la defensa. Siempre quiere dar más en defensa. Cada jugador debe defender muy duro, si no tendrá pocas probabilidades de jugar en su equipo. La fuerza de su juego es la defensa, eso es algo muy claro», relata el todavía jugador cajista.

Repesa dirigirá a la selección de Croacia en el próximo Preeuropeo de este verano, por lo que no podrá tomar las riendas del Unicaja desde el primer momento. Peric no ve ahí un problema, aunque sí que alerta de que habrá que tener paciencia con él «porque se quiere hacer un equipo nuevo». «Si el club cambia a muchos jugadores hay que hacer un equipo nuevo, con gente que no se conoce, que nunca ha jugado nunca, y eso siempre necesita tiempo».

Tácticamente, Peric destaca que es un técnico que da libertad en ataque, aunque siempre bajo su tutela. «No mira siempre a su pizarra y permite que en ataque el jugador pueda hacer cosas diferentes, pero siempre con un control». Ni la rigidez absoluta de Sergio Scariolo ni la libertad de Aíto García Reneses. En el término medio está la virtud, dice el refrán.

Cuando se le pregunta por la gente joven y si tendrá oportunidades, «Pero» no lo duda un momento: «Cada jugador tendrá los minutos que se gane en los entrenamientos y en los partidos. Repesa no tiene problemas para dar juego a todos, no mira la edad. Seguro que los jóvenes podrán estar mucho tiempo ahí, seguro que Abrines y Lima, si lo aprovechan, podrán tener minutos».

¿Y en el plano corto? «Mira, él no es amigo de sus jugadores, no es ese tipo de entrenador. Habla contigo y mantiene una buena relación profesional, pero luego no vas a su casa a cenar ni nada de eso».

Peric mira de reojo a Málaga desde sus idílicas vacaciones en su casa de Dubrovnik. Tiene el alma en vilo porque jamás había estado en un club como el de Los Guindos y estaría encantado de seguir. Sabe que lo tiene difícil. Para el puesto de alero, Repesa planea contratar a un «tres» anotador americano y probar con Augusto Lima en esa posición.