Justo al mismo tiempo que Jasmin Repesa y su mujer Mubera aterrizaban en Málaga, el Unicaja informaba de que Álex Abrines, a través de un notario que se presentó por la tarde en Los Guindos, abonaba su cláusula de rescisión y rompía su vínculo con el club, anulando la temporada que tenía firmada. Repesa voló de Dubrovnik a Málaga -vía Madrid- con Abrines en sus planes de futuro y al aterrizar, el director deportivo del club, Manolo Rubia, le recibía con la fatal noticia. Caras largas y un duro varapalo en la planificación de la próxima temporada. El MVP del Europeo sub´18 deja Málaga. Su destino, según todas las fuentes consultadas, será el FC Barcelona. El club blaugrana viola el «pacto de no agresión» trazado entre los grandes de la ACB. Aunque el destino de Abrines, una vez que está fuera de Málaga, poco importa.

Lo que debía ser un día de alegría y satisfacción se convirtió en una jornada terrible. Sobre Abrines pesaba buena parte de la reconstrucción de este Unicaja y los valores de cantera y de futuro. Pero Abrines, tras dos temporadas en Málaga -una en el Clínicas y otra a caballo entre el filial y el primer equipo- ha decidido irse. 25 partidos con el Unicaja entre Liga, Euroliga y Copa le contemplan.

A la hora del café de la sobremesa, un notario llegó a la sede del club y depositó 300.000 euros para romper el año más de contrato del mallorquín, que el 1 de agosto soplará 19 velas. Atrás quedaron reuniones infructuosas entre las dos partes. El Unicaja llegó a ofrecer hace unos meses un nuevo compromiso por cuatro temporadas. La respuesta de Igor Crespo fue que en Navidad se sentarían a negociar, tras ver el escenario planteado por Repesa y el rol del joven jugador. Ahí el Unicaja se la jugó. Y le transmitió a Crespo que si Abrines no renovaba antes de comenzar la pretemporada iba a estar todo el curso sentado en la grada, frenando su progresión, y como castigo por aprovechar la formación dada, el trampolín puesto y una hipotética salida en el verano de 2013 a coste cero. Con el único respaldo de acudir al derecho de tanteo.

Crespo ha movido al jugador en el mercado y no le han faltado «novias». Su nombre ha llegado a los despachos de Real Madrid o Barcelona. Y será el Barça, parece ser, quien se lo lleve.

El Unicaja está dispuesto a luchar por él. Sabe que el chico, salvo inesperado cambio de rumbo, no volverá a jugar de verde. Pero quiere incrementar la cláusula de los 300.000 euros abonados ayer hasta los 640.000 fijados en el contrato de Abrines... siempre que fuera jugador del primer equipo. Y ahí va a estribar el caballo de batalla de la negociación, que pronto llegará a la mesa de un juez de lo Social.

Abrines ha cobrado este año 45.000 euros en concepto de ficha, al estar dado de alta en el Clínicas Rincón de LEB Oro. Aunque ha sido un habitual en el Unicaja, fuentes próximas al propio jugador explicaron ayer que no se le llegó a activar el contrato del primer equipo, con unas cantidades firmadas de 120.000 euros. Claro que el chico ha llegado a embolsarse en esta campaña 2011/12 casi esa cifra. En total, según supo ayer este periódico, alrededor de 90.000.

En su vinculación estaba establecido que, además de ese fijo de 45.000 euros por tener licencia en el filial, ha estado cobrando 1.000 euros más por cada partido disputado en el Unicaja (25 en total) más 100 euros por cada entrenamiento con los «mayores». Así que entre el fijo más los bonus ha llegado a unos 90.000, tan sólo 30.000 euros menos de lo establecido en su contrato -no activado según allegados al jugador-

El Unicaja está convencido de que un juez le dará la razón, ya que de facto ha sido uno más en el día a día del primer equipo, cobrando una cifra muy próxima a lo pactado. Y por eso expondrá en los tribunales que su cláusula real es de 640.000 euros, como si hubiera tenido ficha de «mayor».

En esas cantidades está pendiente el cobro del IVA, así que el Unicaja reclama que esos 300.000 ya abonados deben ser 360.000. Cifra que debe aumentar por encima de los 725.000 euros en el caso de la cláusula para el primer equipo. También está por ver si el equipo malagueño puede acogerse ante la ACB al derecho de tanteo e igualar así cualquier oferta de un club nacional. Varios expertos informaron anoche que en este caso no cabe la posibilidad de ir al tanteo y que el chico será libre para firmar con quien estime oportuno. El Barça, por cierto, negaba anoche cualquier intervención del club en esta operación. Pero en plena disputa de una final de Liga, se entiende...

Ocurra lo que ocurra, éste es un mal negocio para el Unicaja. Y mucho más en plena llegada de Jasmin Repesa, la mejor noticia de un verano que comenzó hace más de un mes tras ser noveno y no disputar los play off. «Álex Abrines quiere dejar el Unicaja», informaba la nota enviada por el club a las 20.49 horas, sólo 15 minutos antes de que Repesa pusiera los pies en Málaga como futuro entrenador del equipo. El croata de origen bosnio llega de hacer campeón de su Liga al Cibona. Y hoy iniciará una semana muy intensa de contactos, reuniones y entrevistas. Hay mucha tela que cortar... sin Abrines.

A su llegada habló en inglés para decir: «Estoy muy feliz por estar aquí ahora y todas las cosas las trataré más tarde porque antes debo hablar con Manolo -Rubia- y con el presidente y toda la gente del club para obtener toda la información durante mañana -por hoy- y pasado mañana -por el miércoles-». Suerte, coach.