Una semana después de la reunión que mantuvieron en Málaga el presidente del Unicaja, Eduardo García, y el directivo responsable de la sección de baloncesto del FC Barcelona, Joan Bladé, el futuro de Álex Abrines continúa más incierto que nunca. El Unicaja sabe que le asiste la normativa y que posee los derechos federativos del jugador balear, por lo que no dará su brazo a torcer. Le ha exigido al Barça una compensación de un millón de euros para desprenderse del alero. Y para demostrar que va en serio ha decidido convocar al chico para que realice junto al resto del equipo la pretempora da, allá por mediados del mes de agosto.

El Unicaja se ha apresurado a depositar en la ACB el contrato que une a Abrines con el club para la próxima temporada 2012/13, como garantía ante los posibles movimientos que pueda ejecutar el agente del jugador, Igor Crespo.

Un notario en nombre del jugador hizo entrega en Los Guindos de un cheque por valor de 300.000 euros el pasado lunes día 11 para desvincularse del Unicaja. Una cifra que no se entiende como válida y que el club eleva a 640.000 más el pertinente 18% de IVA (748.000 euros). Además, la entidad costasoleña quiere que el Barça le compense por no acudir al derecho de tanteo. Y es que la ACB informó al Unicaja de que, a pesar de depositar su cláusula y romper unilateralmente su contrato, el equipo verde tiene la potestad de igualar la oferta de cualquier equipo de la Liga Endesa y retener al jugador en esas mismas condiciones.

La pelota está ahora en el tejado de Igor Crespo y el padre del jugador, Gaby Abrines. El agente no pudo atender ayer la llamada de este periódico. Le queda ahora acudir a la Justicia y pedir que sea ésta quien resuelva qué cláusula de rescisión es la correcta. Mientras esto suceda, el Unicaja sigue poseyendo los derechos federativos de Abrines, que se encuentra concentrado con la selección nacional sub´20.

El director deportivo del Barcelona, Joan Creus, dijo ayer en una entrevista al diario Sport que fue el representante del joven quien «ofreció» a Abrines al Barça. Claro que bajo unos parámetros muy diferentes. Y es que de los 300.000 euros prometidos, la cifra va ya por el millón de euros, cantidades que el club culé no está dispuesto a afrontar. Si eso sucediera, el futuro de Abrines pendería de un hilo. El Unicaja le pondrá en tanteo y a Abrines no le quedaría otra que emigrar fuera de la ACB si quisiera jugar. Claro que antes cualquier club deberá negociar con el Unicaja.