Bernardo Rodríguez rompió ayer con una carta de despedida colgada en su página web el prudencial silencio en el que había permanecido desde que acabó la Liga ACB. El ya excapitán del Unicaja –qué raro se hace escribir lo de ex en el caso de Berni– se marcha con la cabeza alta, orgulloso de haber pasado toda su vida enrolado en el club de sus amores y agradecido, muy agradecido.

Desborda sus sentimientos y su respeto a todos los estamentos del club, comenzando por la entidad financiera, y recorriendo cada escalafón del organigrama: rectores, técnicos, compañeros, cantera... Y especialmente agradecido se muestra con la razón de ser del Unicaja: su afición. A ella le da unas gracias con mayúsculas y, eso sí, le confiesa que no es su salida soñada del club.

En una charla de más de media hora mantenida con este periódico, el «5» admitió que ésta no es una marcha ni «esperada» ni «deseada», porque jamás pensó «que esto iba a pasar».

Berni aún no ha asimilado su salida. En sus adentros aún piensa que el 15 de agosto comenzará la pretemporada, volverá a ver a la gente del club de toda la vida, conocerá a sus nuevos compañeros y regresará al Martín Carpena. Pero la realidad es otra. Muy diferente. Por primera vez en su carrera deportiva, Berni está en mercado, no le une contrato alguno a su equipo de toda la vida y deberá encontrar acomodo lejos de Málaga.

Su contrato expiró el sábado y ni el club ni él llegaron a un entendimiento para extenderlo. «Cuando sabes que de verdad no hay voluntad es mejor irse a otro sitio», expresó Berni. «A mí mujer –Alejandra– ya le he dicho que vaya haciendo las maletas y ella me ha respondido que me seguirá donde haga falta», explicó.

Con Berni se va el estandarte de una entidad que, como el Unicaja, vive por y para su cantera. Llegó a Los Guindos con 8 años y tras 13 como profesional es una leyenda viva. Suyos son todos los récords históricos del club: partidos, puntos... Sus marcas serán imposibles de igualar.

Bernardo asume su marcha y pide apoyo para los que se quedan. Sobre el futuro del equipo, opina que se ha fichado «un entrenador con muchísima experiencia como Repesa» y auguró que el club «va a hacer un equipo muy competitivo, pero eso no te garantiza nada».

La capitanía verde se queda ahora desnuda. Berni rechazó un contrato de 250.000 euros para la próxima campaña con una opción para otra temporada más con un corte de 100.000 más. Ahora espera ofertas. En España o fuera de nuestras fronteras. Ya nada le ata aquí.

Carta de despedida de Bernardo Rodríguez Arias

Berni Rodríguez : Hasta pronto

En muchos momentos a lo largo de mi carrera deportiva he tenido que escoger las palabras que después habría de pronunciar con ocasión de algún acontecimiento, pero he de reconocer que nunca pensé que tendría que preparar las que hoy escribo. Esto no es una carta de despedida sino de agradecimientos y merecidos reconocimientos.

En primer lugar quisiera agradecer a UNICAJA entidad que me haya permitido disfrutar del baloncesto en mi ciudad durante más de 20 años. Estoy convencido que sin su inestimable e incansable apoyo, hoy en día Málaga no sería un referente europeo para este deporte. Son un ejemplo de rigor y de buen hacer, y es por ello que me siento tremendamente orgulloso de haber formado parte de este proyecto tantos años.

En segundo lugar, mis compañeros, mis chicos, mi familia deportiva a los que me encantaría poder nombrar uno por uno pues a todos los tengo presentes (jugadores, entrenadores y cuerpo técnico, el equipo médico, el equipo de la oficina€), aquellos con los que tras mucho sacrificio he saboreado las mieles del éxito, aquellos con los que he llorado con el sabor amargo de la derrota, pero con los que siempre he disfrutado y convivido en un ambiente extraordinario que ha ido más allá del meramente profesional.

Y por último, cómo no, los aficionados, vosotros, fieles compañeros que habéis estado a mi lado. No sabéis lo que lamento tener que despedirme a través de estas líneas en lugar de haberlo hecho en la cancha, desde el parquet que tantas veces hemos compartido y que tantos buenos momentos nos ha dado, os aseguro que separarme de vosotros tan pronto no entraba en mis planes, desde luego no es la despedida que merecíais. En cualquier caso GRACIAS por haberme hecho llegar tanto cariño y haberme ayudado a pintar de verde este largo camino.

Quizás, lo mejor sea conformarse con lo que una vez leí de Mario Benedetti:

«Porque cada día es un comienzo nuevo, porque ha llegado la hora y este es el momento».

Hasta pronto, Berni.