Hemos pasado unos años muy perros aquí en Málaga la fiel y sufridora parroquia del Unicaja. El club venía de una época dorada y mágica. De enganchar Copa del Rey (2005), Liga ACB (2006) y Final Four de Euroliga (2007). Y no nos percatamos de que lo complicado de la historia es permanecer, no llegar. Se ha logrado la continuidad europea, tan complicada como apasionante, pero los proyectos se han ido derrumbando, uno tras otro. Cayeron a plomo.

Y hace 15 días, a los que reclamábamos paciencia, se nos tachó poco menos que de locos. Hace 10 días éramos ya unos estúpidos insensatos. No había equipo, no había jugadores. Y esto amenazaba ruina. Pero había que tener calma para fichar con cabeza, después de tanto tiempo. Y hacerlo en su momento justo, para cuadrar gustos y la cartera. Jasmin Repesa llegó a Málaga justo cuando Álex Abrines se dio a la fuga. Y aquel mal preludio, aquella crisis impresionante, se ha transformado hoy en ilusión, fe y esperanza. El club ha realizado un movimiento que, ayer lo contábamos, está sólo al nivel del que se hizo para traer a Málaga a Jorge Garbajosa en el verano de 2004. Y ha canjeado futuro por presente. Lo que se necesitaba.

A las 18.30 horas, el Unicaja hacía oficial que Fran Vázquez, tras siete temporadas lejos de casa, regresaba a Málaga. Y lo hace a los 29 años y siendo una grandísima estrella del baloncesto. El mejor pívot nacional de la Liga. El hombre sobre el que edificar este nuevo proyecto. Dos temporadas más otra opcional ha firmado el gallego de 2,09 metros. Fran es presente en Málaga. Abrines será futuro en Barcelona, donde llega cuatro campañas, y dejando en Málaga un dinerito por su marcha.

Fran, él solo, no ganará títulos. Pero Fran, bien rodeado, es pura dinamita. Uno se imagina a Ukic galopando por el parqué del Carpena con un americano «jugón» a su lado, abriendo el campo, un «cuatro» que deje espacios libres en la zona, y Fran rompiendo el aro, bien colgándose o bien con su fantástico tiro lateral a 4-5 metros... y se le caen dos lagrimones como salmonetes. Y es que aquí, por desgracia, cualquier tiempo pasado, no fue mejor.

El Unicaja ficha mucho más que a un saltarín, a un intimidador, a un dominador de las zonas que juega permanentemente por encima del aro. El pívot es el banderín de enganche que se necesitaba. Tanto la afición como, mucho ojito, el propio proyecto en sí.

Llamar ahora a Ukic será mucho más fácil. Seguro que el croata, a estas horas, ya ha leído por internet o por las redes sociales, que Fran se ha dejado seducir por el cuadro costasoleño. Quizá ese futuro killer del perímetro también se haya hecho eco de la noticia. O el nuevo ala-pívot abierto que está por venir. Bien Ivanov bien Macvan... bien el que sea.

Ilusiona Fran y se eriza la piel de la afición al comprobar que en tan sólo una semana el Unicaja ha contratado al mejor escolta nacional de la pasada Liga Endesa (Sergi Vidal) y a Krunoslav Simon, petición expresa de Repesa. Y que Txemi Urtasun, como hemos venido informando, está en el bote, a falta del tanteo del Cajasol. El Unicaja soluciona, al mismo tiempo, el problema de los cupos. Con Vidal, Urtasun y Fran, más Lima, ya hay cuatro, los necesarios para una plantilla de once. El consejo de administración que preside Eduardo García seguro que durmió anoche a pierna suelta. Comienza el sueño.