Marcus Williams está de acuerdo en las cantidades que va a cobrar, en la duración del contrato (una temporada) y en las diferentes cláusulas que el Unicaja le ha impuesto para que vista de verde la próxima campaña. Será su debut en la Liga ACB, tras su paso por la NBA, la Liga de Rusia y la exótica Liga de China. Eso sí, todavía no es oficial el acuerdo porque falta que ambas partes, jugador y club, estampen la firma en el papel, algo que ocurrirá, posiblemente, el próximo lunes (aunque no se puede descartar tampoco que sea durante el presente fin de semana).

Este diario ha venido informando en los últimos días de que el club recababa informes de todo tipo sobre este base natural de Los Angeles para certificar que Williams era una opción tan interesante en lo extradeportivo como en lo deportivo. Los diversos contactos dieron sus frutos y el cuerpo técnico, además de la dirección deportiva, dieron el ok a la operación.

El principio de acuerdo con su agencia de representación, BDA Sports, que se trajo Manolo Rubia de Las Vegas, se perfiló durante los dos últimos días y desde ayer todas las cantidades y cláusulas varias (sobre todo tendentes al control de su peso, uno de sus principales problemas) están por escrito en un documento que espera ahora la rúbrica de Eduardo García y del propio jugador.

Williams será el base titular del equipo, una de las piezas básicas en el nuevo proyecto de Jasmin Repesa, técnico croata que ya conocía al jugador de su etapa en el baloncesto norteamericano y que lo considera una buena apuesta una vez que Roko Ukic, su primer espada, declinó fichar por el Unicaja para hacerlo por el Panathinaikos griego.

Williams percibirá una cifra en torno a los 400.000 euros libres de impuestos por la temporada que ha firmado. En el club no se han querido pillar los dedos con un contrato más largo, algo que quizás hubiera rebajado el importe de su ficha, pero que vistos los ejemplos pasados (Rowland, sin ir más lejos) no ha sido aconsejable.

Eso sí, el Unicaja ha colocado una cláusula en su contrato por la que al final de la próxima temporada se guarda la opción de renovarlo automáticamente de forma unilateral. Y es que hay mucha esperanza en Los Guindos en que el jugador de 26 años sea el ansiado base que acabe con la maldición que parece perseguir ese puesto desde que Carlos Cabezas abandonó Málaga, el verano de 2009.

Los números de Williams en Rusia, su única experiencia en Europa, son realmente alentadores: 15.3 puntos, 3,6 rebotes y 6,8 asistencias por partido.