Día productivo en los despachos de Los Guindos. El Unicaja amplió ayer su hasta ahora reducida nómina de jugadores con dos fichajes tan necesarios como esperados: Marcus Williams y Txemi Urtasun. El del base californiano estaba cantado, el del escolta pamplonés se consumó después de que el Cajasol no haya igualado la oferta que el Unicaja planteó al navarro, sometido hasta la medianoche de ayer a tanteo por el equipo de Sevilla.

El club sigue dando pasos en busca de conformar la plantilla más competitiva posible. Queda por llegar el base suplente (hay oferta por Calloway), un tirador para el perímetro y un ala-pívot que abra el campo. Las próximas semanas serán claves toda vez que desde el club se insiste en que el objetivo es que todos estén fichados antes de que arranque la pretemporada, a mediados del inminente mes de agosto.

La mañana arrancó con el anuncio oficial del fichaje de Marcus Williams. Nada nuevo. Este diario adelantó el pasado sábado que el contrato con el base estadounidense estaba en el club desde el viernes y que era sólo cuestión de que el presidente, Eduardo García, estampara su firma en él, algo que ayer se certificó.

Williams es un base zurdo de 26 años, con amplio pasado en la NBA -coincidió con Marc Gasol en los Grizzlies-, de 1,91 metros y con experiencia en Europa en la Superliga Rusa, con el Enisey Krasnoyarsk. Su ficha estará en torno a los 400.000 euros libres de impuestos y llega a Málaga para ser el director de juego titular del equipo verde, tras el fiasco de la apuesta de la campaña pasada por Rowland y Valters.

El acuerdo contempla una serie de cláusulas que el Unicaja ha impuesto al jugador para que controle su peso, uno de sus problemas durante su etapa, sobre todo en Estados Unidos. Eso sí, hay un convencimiento unánime en el club en que es una buena apuesta en lo deportivo y en lo extradeportivo después de que todos los informes recabados sobre su pasado hayan dado el visto bueno a su fichaje.

Jasmin Repesa, que sigue concentrado con la selección de Croacia preparando el Preeuropeo, quería a su compatriota Roko Leni Ukic para esta posición, pero tras perder esta opción (ha fichado por el Panathinaikos heleno), siempre vio con buenos ojos la apuesta por Williams, al que conocía de su paso por la Superliga de Rusia.

Urtasun se hizo esperar. Pasadas las 22.30 horas, sólo a 90 minutos de expirar el plazo establecido por la ACB, el Cajasol hizo oficial el rumor que durante toda la tarde corrió como la pólvora: que el club sevillano decidía no igualar la oferta realizada por el Unicaja y permitía a Txemi fichar por el equipo de Málaga, las dos próximas temporadas. Un escueto «No vamos a tanteo» de Leonardo Chaves, director general del club sevillano, significó la buena nueva para los intereses del club malagueño.

El día fue muy ajetreado en la ciudad hispalense. Durante toda la mañana siguieron los contactos para intentar retener al jugador, petición expresa de Aíto García Reneses, nuevo entrenador de los de Sevilla. A las 19 horas se produjo la reunión definitiva. En ella se echaron las últimas cuentas y se acordó no igualar los casi 900.000 euros que el cuadro de Los Guindos ha ofrecido a Txemi para las dos próximas campañas. Aíto quería, pero la economía de guerra del Cajasol no puede permitir semejante desembolso.

Urtasun jugará en Málaga dos campañas, aunque el club se guarda una cláusula de salida al final del primer ejercicio con la consiguiente penalización de corte si es que no estuviera contento con las prestaciones del pamplonés.

Txemi viene a reforzar un juego exterior en el que también han llegado semanas atrás Sergi Vidal y el croata Krunoslav Simon. Así, el equipo estaría sólo a falta de cerrar al que está llamado a ser el gran referente en el perímetro, un tirador capaz de asumir liderazgo en ataque y con sangre fría para jugarse los balones comprometidos. La guinda del pastel.