Joe Ingles, alero australiano del FC Barcelona, actualmente participando en los Juegos Olímpicos de Londres con la selección «aussie», es y será el nombre propio en los despachos de Los Guindos durante los próximos días. ¿Cuántos? Está por ver. Pero al menos la espera durará esta semana en la que, además, Jasmin Repesa visitará Málaga a partir del viernes, coincidiendo con el inicio de la pretemporada verde.

Tras confirmarse la noche del domingo la llegada del base estadounidense con pasaporte búlgaro Earl Calloway, la plantilla verde queda ahora a expensas de cerrar un alero (Ingles es el elegido) y un ala-pívot que tenga buen tiro de tres.

Como se ha venido informando desde la pasada semana, Joe Ingles y el Unicaja tienen un acuerdo cerrado para que el australiano sea nuevo jugador cajista a partir de la próxima campaña. El problema es que le queda un año de contrato más con el Barcelona y hay que esperar a que el jugador y el club culé acuerden su posible salida porque lo que tiene claro la entidad de Los Guindos es que no pagará para liberarlo de dicho acuerdo contractual con los blaugranas.

Los rectores cajistas no desesperan... por ahora. El Barça deberá mover ficha en los próximos días. Ha trascendido que el club azulgrana le abrió la puerta de salida tras acabar la pasada temporada. Se le comunicó a su agencia de representación (Hoops International) que le buscara equipo, pero una vez que se pactó su fichaje por el Unicaja, en Can Barça dieron un paso atrás y ahora es Chuck Eidson el que parece que está en mercado, más que el alero oceánico.

En el Unicaja saben que dar salida al exjugador del Lietuvos y Maccabi será muy complicado porque su ficha para la próxima campaña roza los dos millones de euros. Por eso, esperan que sea Ingles el que definitivamente pueda abandonar Barcelona.

Este zurdo de 2,03 metros nacido en Happy Valley (2/10/1987) colma las expectativas que Jasmin Repesa tiene para cerrar el juego exterior del Unicaja 2012/2013. El propio entrenador balcánico ya ha hablado con Ingles para explicarle el rol protagonista que tendría en el equipo costasoleño, paso previo para llegar a un principio de acuerdo pactado ya por ambas partes por una temporada con opción a otra.

Es cierto que Xavi Pascual, técnico culé, ha sido siempre su principal valedor. Él decidió su fichaje procedente del CB Granada y quiere seguir contando con él, algo que por ahora parece el mayor inconveniente para que el australiano fiche definitivamente por el Unicaja.

Los próximos días serán decisivos. Australia, que ayer perdió el último partido de la primera fase de los Juegos ante Rusia, se ha clasificado para cuartos de final como cuarta del grupo B, el mismo de la España de Scariolo. Mañana miércoles jugará contra Estados Unidos el cruce con lo que se puede dar casi por segura la eliminación de los «aussies».

A partir de ese momento, en Málaga esperan que se precipiten los acontecimientos. Sobre todo que el jugador y su entorno presionen para conseguir la carta de libertad. Ingles está ilusionado en seguir su carrera en el Unicaja porque se sabe jugador importante en el proyecto de Repesa y porque seguiría jugando la Euroliga, uno de sus principales objetivos.

Lo que está claro es que en el club verde la espera no va a ser eterna. No hay un ultimátum, pero parece que si lo de Ingles no se cierra de forma satisfactoria en esta semana, el club buscaría otras opciones.

Una de las alternativas que más gusta es la del lituano Martynas Pocius, del Real Madrid, adelantada por La Opinión de Málaga. El jugador báltico colma las expectativas de Repesa en ataque, pero el coach le pone alguna pega más en lo defensivo. Pocius espera en la recámara porque se tiene seguro que con el Real Madrid sí se podría llegar a un acuerdo (también le resta una temporada de contrato con el conjunto blanco).

A estas dos opciones se une otra, de un jugador extracomunitario, que todavía no ha trascendido y que completaría la terna de candidatos. Si el próximo fin de semana Ingles no es oficialmente jugador verde, habrá que tacharlo de la lista y esperar a Pocius o al «desconocido».