Todavía con las secuelas del jet lag «en lo alto», cansado tras pasar parte del reconocimiento médico desde muy temprano en el Hospital Quirón, pero sonriente y con pinta de no haber roto nunca un plato. Así se presentó ayer en el palacio de los Deportes Martín Carpena Marcus Williams, el base estadounidense elegido por el club de Los Guindos para acabar con la maldición que afecta a esta demarcación del campo desde que Carlos Cabezas hiciera las maletas camino del Khimki de Moscú hace ya cuatro años, con sus tres temporadas correspondientes.

Si alguien espera que para empezar evalúe su tan comentado estado físico y su presunto exceso de kilos, sólo les digo que no es Claudia Schiffer, pero tampoco tiene el tipo de una lanzadora de jabalina bielorrusa. Está fuerte, porque su constitución es ésa, pero para nada gordo. O sea que tranquilidad y que no cunda el pánico.

Enfundado en unos pantalones vaqueros «anchotes» de los que tanto les gustan a los americanos y con el polo verde de paseo del Unicaja, Marcus atendió a la prensa para presentarse en sociedad. Primero, a los medios gráficos, en la propia pista del Palacio, con una serie de 4/5 en lanzamientos de tiros libres bajo el fogonazo de los flashes. Después, ya en la sala de prensa, junto al presidente de la entidad, Eduardo García, contestó a las preguntas de los periodistas con tono bajo, pero firme.

Feliz por la oportunidad. Williams, para empezar, se mostró feliz por esta oportunidad de jugar en un club del caché del Unicaja. «Estoy muy feliz por esta oportunidad de jugar en España. Tengo muchas ganas de empezar la temporada. Cuando se concretó mi fichaje estaba muy emocionado. Quiero ayudar a este equipo para que alcance el éxito en la próxima temporada. Soy consciente de que lo importante que es este nuevo proyecto para el club, el entrenador y la afición», aseguró.

El nuevo director de juego cajista no ha tenido mucho tiempo para conocer la historia del club verde, aunque aseguró haber pedido referencias sobre Málaga y el Unicaja a sus amistades. «Tengo amigos que han jugado contra el Unicaja. Me han hablado de que Málaga es una ciudad con un clima muy parecido a Los Ángeles y que el Unicaja es un equipo muy competitivo en la ACB».

El nuevo base del Unicaja definió su estilo como jugador. «Mi estilo es el de ayudar siempre a los compañeros. Sé distribuir el balón y creo que también tengo cualidades de liderazgo en la cancha».

Casi al mismo tiempo que Williams daba su primera rueda de prensa como jugador del Unicaja, Jasmin Repesa, el que será su nuevo entrenador, aterrizaba en la capital costasoleña, aunque el base norteamericano no necesita reunirse con el balcánico para saber qué es lo que quiere de él para la próxima campaña puesto que aseguró haber hablado ya con él, vía telefónica.

«Tuve una conversación con Repesa hace unas semanas. Me dijo que era un entrenador muy duro y eso lo entiendo porque todos quieren ganar y sacar lo mejor de sus jugadores. Yo le dije que estoy dispuesto a hacer todo lo posible para que el equipo tenga éxito», afirmó.

La adaptación, importante. Siempre que llega un jugador norteamericano a la Liga ACB por primera vez surge la duda de su aclimatación a un baloncesto diferente al de su país. Para Marcus Williams no debe ser un problema que no conozca la Liga de España para poder jugar a buen nivel. «Yo jugué en Rusia hace dos temporadas y me costó al principio, lo admito, pero me acostumbré rápidamente y cuando cogí el ritmo y asimilé las diferencias entre el baloncesto europeo y el americano creo que jugué a muy buen nivel, en lo individual y en lo colectivo».

Williams desveló también que conoce a Earl Calloway, el base que será su compañero de posición en el campo la próxima temporada. «Jugué contra él en la universidad. No lo he visto jugar últimamente, pero creo que podemos formar una buena pareja, compenetrarnos y hacer que el equipo tenga éxito», finalizó.

García: «Espero su talento». Eduardo García, tras la comparecencia del base de Los Ángeles, también atendió a los medios de comunicación. El presidente cajista, preguntado sobre qué espera el club que aporte el protagonista de la puesta de largo de ayer, aseguró que «sobre todo, su talento».

«De Marcus espero su talento. Sabe jugar, conoce el juego y esperamos que lo ponga al servicio del equipo», aseveró ilusionado el mandamás del club de Los Guindos.

Sobre los dos fichajes que están todavía por llegar, un alero (Ingles está prácticamente descartado porque el Barça no quiere desprenderse de él) y un ala-pívot, ambos con rol de titulares, el presidente verde no dio pistas. «Nos faltan dos jugadores y hay que tener la paciencia necesaria para que no nos equivoquemos. Las precipitaciones no son nunca buenas», finalizó. ¿Fin a la maldición del base? Ojalá.