Ganar, qué quieren que les diga, es más sano que perder. Incluso en pretemporada, cuando entrenadores y directivos sueltan el rollo ése de que lo importante es conjuntarse y hacer grupo y crear mecanismos de equipo y... bla, bla, bla. Que es cierto y real, como que el Unicaja viste de verde, pero vencer y convencer, más en pretemporada, siempre, estimula, anima y alienta. Si el Unicaja hubiera perdido ayer en Fuengirola ante el Cibona no habría que preocuparse lo más mínimo. Y esa pinta llevaba el partido, la verdad. Pero en el equipo malagueño hay demasiado espíritu indomable como para dejar pasar la oportunidad de sumar victorias al casillero. Aunque la plantilla lleve tres días entrenando y jamás haya jugado junta hasta ahora.

Surgió la raza de un plantel con muy buena pinta, pero que ahora va en pañales por las pistas, y se remontó para que el Unicaja debutara en este atractivo II Torneo Internacional Costa del Sol, de la Diputación Provincial de Málaga, con victoria ante el histórico cuadro croata: 80-74.

Debe nacer aún la chispa que encienda la química dentro de este grupo. Y pasarán semanas. Y muchos partidos. El quinteto que inició ayer el partido jamás había jugado junto. Marcus Williams viene de China, Urtasun de Sevilla, Dragic de Eslovenia, Gist de Turquía y Fran de Barcelona. Tres semanas de pretemporada se cumplen ahora, por lo que cualquier parecido con el Unicaja de dentro de dos o tres meses con el de ahora parece pura coincidencia.

El Unicaja fue capaz de jugar tres ratitos como equipo y con la idea que aspira a desarrollar en breve: defensa, balón a Williams y a correr. Como es imposible hablar de un equipo como tal, yo me quedo con las individualidades. Una: cuando Williams coge el balón uno sabe que pueden pasar cosas. El equipo es más equipo con Calloway. Más ordenado, más lógico, más capaz. Pero Williams tiene magia. Tiene el mechero que puede encender el Carpena una noche sí y otra también.

El americano repartió 9 asistencias (casi las mismas que las 12 de todo el Cibona). Es el típico jugador que hace mejor a sus compañeros. Incluso compartieron minutos Williams y Calloway. El ex del Cajasol está fino, rápido e intenso. Un triple suyo rompió al final el partido. Defiende duro, algo que de lo que Williams se olvida a menudo. Y tiene una calculadora en la cabeza. Multiplica y suma.

Sobre el triple van a correr ríos de tinta en las próximas semanas. El Unicaja sólo intentó uno en el primer cuarto y apenas 11 al final, con tres aciertos: 27%. Mal porcentaje para un equipo ACB. ¿Faltan tiradores? Pues quizá sí, y quizá no. Con semejante potencial interior, este equipo va a buscar siempre tirar desde cerca. Fran y Gist nos van a tener levitando en el Martín Carpena, porque cuando peguemos un salto para celebrar un mate y empecemos a sentarnos, vendrá un tapón en defensa, u otro mate... Ni sentados ni de pie, a camino de uno u otro. Gist se despachó con cuatro «volcadas» tremendas. Y mostró su actividad en defensa con tres robos. Y Fran puso tres «chapas». Lo dicho, levitando...

¿Lo del triple? Es que Dragic me impactó. Aún no ha recibido y ya ha dado tres pasos de la penetración a canasta. Urtasun mueve, corta y, cuando no lo ve claro, también penetra. O tira. Y falta Simon, que no es manco. Cuando el equipo juegue a lo que quiere ya les daré mi opinión sobre lo del tirador.

Ganó el Unicaja por seis puntos (80-74), tras ir siempre a remolque, a trompicones, fruto de su irregularidad, de sus muchas pérdidas, de los malos porcentajes en el tiro libre, de las cuatro ideas que apenas maneja. Pero el plantel dio la cara. También los niños, con un Lima pletórico, muy activo y pasando la pelota. La valoración habla de paliza (98-64). 7-0 en mates. 19-12 en asistencias. Con seis cajistas con dobles dígitos en valoración: Williams y Fran (11), Dragic (13), Urtasun (14), Lima (17) y Calloway (17).

En el Cibona el que más pió fue Desmond «Tweety» Carter. Su apodo es literalmente «Piolín». Se lo puso su abuela, porque lloraba como un pájaro cuando era bebé. Ahora tiene cosas de «jugón». Hoy, Cibona-Madrid. Mañana, Unicaja-Madrid, en Antequera. Partidazo.