Tan sólo bastaron 15 minutos para que el Carpena volviera a recuperar una de esas noches mágicas europeas que tanto añoraban los aficionados verdes y que tanto tiempo llevaba sin vivir el coliseo malacitano.

Si este Unicaja en construcción va creciendo poco a poco, anoche tras el resfriado con fiebre del tercer cuarto, dio un estirón y de los grandes. Y qué mejor escenario que el Palacio malagueño, ante su público -que por cierto anoche acudió en mayor medida- y en una competición del prestigio de la Euroliga.

El de anoche fue uno de esos partidos en los que al final del mismo te da igual si el equipo defendió o no; si tenía que estar en la pista Williams o Calloway; si había que cambiar la zona antes o después; si se debía cerrar el rebote; si... Dio lo mismo. La gente vibró, y cuando uno trabaja en esto cada día a lo que aspira principalmente es a hacer disfrutar con tu actuación a los tuyos. Por supuesto que eso se consigue ganando. Y si lo haces de la manera en la que el Unicaja lo logró ayer, no sólo logras la victoria, te llevas en la mochila mucho más.

La conexión y el apoyo inquebrantable de tu gente lo tienes con esa manera de obrar. Sin duda, que recuperar y enganchar a tu afición es la mayor victoria que se llevó anoche el conjunto cajista. Fue ver cómo sus fans salían abrazándose del Palacio, saltando, riendo y, en definitiva, vibrando con el buen hacer de su equipo.

Qué duda cabe de que las cuatro victorias consecutivas que los pupilos de Jasmin Repesa llevan cosechadas entre Liga y Euroliga van a ayudar mucho en que el equipo coja la confianza y regularidad necesarias que hace falta cuando partes de cero en un proyecto con tantos cambios.

Durante los últimos años, el Carpena ha ido perdiendo poco a poco ese vínculo tan estrecho que tenían jugadores y aficionados. Se había caído en una apatía muy peligrosa. Con esta nueva andadura se abrían nuevas esperanzas que justo anoche quedaron plasmadas en esos 15 minutos finales en los que se volvieron a estrechar esos lazos entre las dos partes. Esto va a ser muy importante de cara a convertir nuevamente el Palacio en un fortín para cualquier equipo que venga a Málaga, sea del nivel que sea. Por cierto, Marca TV estará contenta de haber elegido retransmitir los encuentros del Unicaja. Porque más emoción es imposible.