No hay palabras -ni tampoco excusas- para explicar el lamentable partido del Unicaja anoche en Siena. No hay forma lógica de explicar cómo un equipo que ha jugado más bien que mal en lo que va de temporada, puede ofrecer un espectáculo tan lamentable. No hay hoy consuelo ni siquiera pensando en que el pase al Top´16 estaba ya en el bolsillo y quizás eso restó tensión a los de Repesa. La única verdad, la triste realidad, es que el Unicaja se arrastró ayer por el Palaestra de Siena ante los ojos de toda Europa. Así, como suena.

La de anoche fue una versión del Unicaja de otra época. Nada que ver, desde luego, con ninguna cita reciente del equipo en la «era Repesa». Fue una fiel fotocopia del peor Unicaja de Aíto o del que la temporada pasada le costó el puesto a Chus Mateo tras sumar una derrota tras otra.

El caso es que los cajistas llegaron como líderes de este grupo B de la Euroliga a la pista del Montepaschi y salieron 40 minutos de juego después maltratados por un rival que les metió 56 puntos al descanso, que les ganó por 19 de diferencia y que se lo pasó pipa bombardeando desde la línea de 6,75 el aro cajista. Hasta 13 canastas de 3 anotaron los tiradores del equipo rival, muchas de ellas sin oposición.

Curiosamente, Bobby Brown, su jugador franquicia, no fue ayer protagonista. El máximo anotador de la Euroliga hizo una canasta en juego y sólo 5 puntos en total. Fueron otros los que «mataron» al Unicaja: Sanikidze, Ortner, Rasic...

Sin actitud ni aptitud, el «Repesa team» naufragó. Sobre todo atrás. Del mejor equipo de la Liga Endesa en defensa ya sólo queda un lejano recuerdo. Parece mentira cómo ha perdido fuelle el Unicaja en la que fue su principal virtud en el inicio de la temporada. Y es que la defensa brilló por su ausencia... otra vez. Hace un par de semanas, el Estudiantes le «cascó» 85 puntos en el Carpena. El pasado fin de semana, el Caja Laboral le hizo 90 en Vitoria. Y anoche, el Montepaschi -recuerdo a todo el mundo que sin McCalebb, Andersen, Kaukenas y Rakocevic, que ya han emigrado a otros lares- sumó 91. Y porque frenó la producción en la segunda parte, porque la proyección del marcador durante muchos minutos hizo pensar en una sangría mucho mayor.

Repesa deberá darle una vuelta de tuerca al equipo porque por este camino el futuro pinta negro. Es cierto que el Montepaschi estuvo muy fino en el tiro exterior, pero esto es como lo de la gallina y el huevo, que no se sabe qué fue primero. Porque hoy la duda es saber si tiraron ayer así de bien los del Siena porque casi nunca hubo una mano delante, o las metieron porque realmente son muy buenos.

En un día para olvidar, sí hay que destacar a los dos croatas del equipo. Zoric metió 29 puntos y fue imparable en la pintura para los pívots rivales. Es más, el Unicaja aguantó en el arranque mientras él estuvo en pista. Se sentó con 19-18 en el esprint final del primer cuarto... y el rival alcanzó el minuto 10 con 30-20 a favor en el marcador. Casualidad o no, fue sentarlo y cambiar el panorama.

También estuvo muy bien Krunoslav Simon. Hizo 16 puntos, capturó cinco rebotes, repartió seis asistencias y fue el principal sustento del perímetro en ataque.

¿El resto? Entre mal... y lo siguiente. Ninguno fue capaz de pasar de 4 puntos anotados y hasta medio equipo acabó con dos o menos de valoración. El peor, por cierto, fue un día más James Gist, que firmó un -2 tras 26 minutos y medio en pista. Lo del americano parece que no tiene solución. Pasan los partidos y lejos de ir a más, parece aportar menos. Llegó en verano como una estrella y por ahora es un agujero negro. Ni ataca ni defiende.

Con dos jornadas por delante, el Unicaja ya no es líder del grupo, pero se mantiene segundo en la tabla. Su gran amenaza es el propio Montepaschi, con un triunfo menos, pero con el average a favor. Si los de Banchi ganan las dos citas que restan de esta liguilla, el equipo de Repesa deberá ganar sus dos partidos para mantener su privilegiada posición, que le hará evitar al Maccabi y al equipo de Siena en la segunda fase. O sea, que el partido de la próxima semana en Berlín pasa a ser de alto riesgo. Desde luego, jugando como ayer, será imposible sumar en la majestuosa cancha del Alba.