No es lo de esta tarde un ultimátum para el Unicaja... pero casi. No es que una derrota hoy contra el Obradoiro -me gusta más llamar a los gallegos por su nombre y no por el de su patrocinador, Blusens Monbus- ponga imposible el pase para la Copa del Rey de Vitoria 2013. Tampoco es que el calendario no dé margen para enmendar un hipotético error ante los de Santiago... Pero el caso es que el Unicaja tiene por delante en esta tarde dominical 40 minutos importantísimos para sumar un triunfo más que le acerque a la cita copera de febrero en la capital vasca.

Los verdes llevan ya tres semanas por debajo de los ocho primeros en la clasificación. Y ver al equipo fuera de la zona copera produce un desasosiego en el «personal» que no calma ni el estar empatado a triunfos con el sexto. Sólo pensar que la Copa se vuelva a escapar como hace dos y tres años...

A falta de siete jornadas para el final de la primera fase, las cuentas todavía salen. Sobre todo porque por Málaga tienen que pasar después de hoy el CB Canarias y el Cajasol, rivales contra los que en condiciones normales se sumarán sendas victorias. Y con seis ya en el zurrón, estas tres que habrá en juego ante la «marea verde» pueden ser suficientes para lograr el objetivo.

El equipo de Jasmin Repesa llega a la cita cargado de moral después de la convincente victoria del jueves en Berlín. No hay bajas y sí motivos para la alegría por la recuperación ya total de un Sergi Vidal que cada partido aporta más y por la exhibición de Marcus Williams, que dio un recital en Alemania y tiene pinta de que es uno de los mejores fichajes de la dirección deportiva de este club desde los tiempos de Babkov y Ansley.

En la grada de detrás de la canasta que está más cerca del banquillo visitante, habrá hoy una presencia muy sonada. La banda Los Mihitas regresa a su ubicación después de casi un año alejada del Carpena. Ciertos malentendidos entre el club y los músicos acabaron la temporada pasada con un «matrimonio» que vuelve a unir sus fuerzas en un momento en el que el Palacio si necesita algo es, precisamente, alegría y música.

El partido parece asequible. El Obradoiro empezó la temporada muy fuerte, pero ha perdido fuelle durante las últimas jornadas. Con 5 victorias no ha dicho adiós a sus opciones de jugar la Copa, pero parece que ese objetivo es demasiado ambicioso para la plantilla de Moncho Fernández, que debe centrar sus esfuerzos más en huir de la zona roja de la clasificación, que en pensar en cotas mayores.

Será imposible no recordar hoy el patético espectáculo ofrecido la pasada temporada por el equipo verde ante este mismo rival gallego. La visita del Obradoiro a Málaga llegó en plena crisis de juego y resultados de los de Chus Mateo. Aquella mañana dominical de febrero, el equipo de Santiago ganó 54-69, provocando una pañolada y los pitos de la afición local.

Pero la realidad actual del Unicaja y la de hace ahora casi un año no tiene nada que ver... afortunadamente. El Unicaja es favorito y además está obligado a no fallar para que las cuentas sigan saliendo.