Segundo día de trabajo para Carlos Jiménez y, según cuentan, parece que lleva ya dos años como entrenador asistente. El madrileño se está adaptando a la perfección a su nuevo puesto en el equipo. Ahora los jugadores no son sus compañeros. Se mudó del vestuario a una taquilla en la sala de los técnicos, así que ahora está tocando otros palos. Lo importante, para él, es que «las dos partes» están «contentas con el acuerdo». «La idea era retirarme y volver a la cantera y el club, especialmente Repesa, me insistieron en que me quedara con ellos. Así que yo también estoy encantado de estar aquí», señaló.

Aún está dando algunos palos de ciego, puesto que debe encontrar su sitio. «Lo iré descubriendo día a día. Hay gente que desempeña esta labor. Vengo a dar mi opinión y ayudar, es la línea principal de lo que tengo que hacer», comentó, para luego expresar la nueva relación con los que han sido hasta ahora sus compañeros. «Estoy sorprendido de la buena aceptación que tuve desde el primer momento», confesó.

Hoy debutará sentado en la zona final del banquillo, en el choque contra el CB Canarias. El domingo será homenajeado frente al FC Barcelona -horario aún por confirmar- y luego se tomará unas vacaciones hasta Reyes, ya que se marchará a Madrid con su mujer y sus dos hijos para pasar las fechas navideñas junto a toda su familia.