Un gran esprint final, después de 36 minutos de sufrimiento continuo, sirvió anoche para que el Unicaja se estrenara en el Top´16 con una victoria que dentro de unos meses valdrá su peso en oro a la hora de echar cuentas y ver quién va a cuartos de final y quién se queda en el camino.

La primera entrega de la segunda fase continental no se ajustó para nada al guión previsto. Aparecía muy favorito el Unicaja en todos los pronósticos. El fortín del Carpena parecía demasiado reto para el campeón de la Bundesliga. Pero todo varió tras el primer balón al aire. Salieron los alemanes a por todas, mandaron desde el arranque, pusieron contra las cuerdas al equipo de Repesa en varias ocasiones, amenazaron seriamente con aguar el estreno verde en esta segunda fase y desesperaron con su acierto exterior a la defensa verde. Eso sí, a la hora de la verdad, cuando las bolas son calientes y los niños dejan paso a los hombres, el partido cambió, para gloria de un Carpena semivacío, pero entregado a los suyos.

El Unicaja ganó ayer, sobre todo, porque a la hora de la verdad apareció Marcus Williams. Otra vez. Tener a un jugador así en tu equipo es una bendición. El «Williams sistema» lideró el ataque con dos triples al final del tercer cuarto que maduraron al Brose, para rematarlo ya en el último parcial, sin tiempo para la reacción.

Williams... y Panko. La verdad es que lo del americano recién llegado es brutal. Lleva cuatro días en Málaga y parece que ha estado toda la vida en el equipo. Anoche fue decisivo anulando a Nachbar y además tomando protagonismo en ataque con sus rebotes y con sus canastas. Reconozco públicamente que yo soy de los que tenía dudas en el cambio por Gist. Me parecía muy arriesgada la apuesta por un jugador tan veterano. Pero han bastado dos partidos para demostrar que con él, el equipo ha dado un paso al frente. Eso es indudable. Se vio contra el Barça y se corroboró anoche.

El partido de ayer era mucho más importante de lo que alguno pueda pensar. Es verdad que era sólo la primera de 14 jornadas. Pero es que dice la ley no escrita de este nuevo formato del Top´16 en su Artículo 1, apartado «a», que el equipo que sume siete victorias en esta segunda liguilla, tendrá hueco garantizado en el play off previo a la Final Four del O2 de Londres. O sea, que el que haga de su pista un fortín, seguirá para delante, aunque fuera de casa falle más que una escopeta de feria.

Por eso, la primera cita como local de los verdes planteaba ya una exigencia: ganar sí o sí para seguir creciendo. Sobre todo porque los rivales que están por venir a Málaga son una amenaza mucho mayor que este campeón de la Bundesliga. Así que era una tarde-noche en la que el equipo no podía fallar y, a pesar del susto, no se falló.

Tiene pinta de que nos vamos a divertir mucho este próximo año 2013 con el nuevo formato de la Euroliga. Cada partido será una final y cada canasta a favor o en contra un aval o un hándicap para el average y los posible empates finales. Parece claro que el CSKA y el Real Madrid tienen plaza segura entre los cuatro «elegidos» de este grupo E, pero los otros seis (equipos alemanes incluidos) tendrán seguro sus opciones. En 14 partidos se multiplican las oportunidades para todos, incluido el Unicaja, históricamente peleado con esta segunda fase continental, pero con aspiraciones serias de cambiar la historia en este inminente 2013.

A pesar del subidón final por el triunfo, no se puede ocultar que Repesa tiene todavía mucho trabajo por delante. La llegada de Panko ha provocado un cambio de roles en el juego interior que necesitará de varios entrenamientos para que cada cual sepa qué debe hacer y en qué momento. El equipo ganó ayer y es lo único que debe importar, pero hay cosas que no se pueden repetir. El 0-15 del principio del partido, por ejemplo, es inadmisible. No se puede jugar con tan poca actitud ni entrar en el partido con una «empanada» semejante. Lo mejor es que todavía hay mucho margen de mejora y seguro que el coach consigue que este Unicaja de finales de 2012 sea un equipo mucho más solvente a la vuelta de tres o cuatro semanas.

De momento hay que disfrutar. El 1-0 en la clasificación sirve para mirar al futuro con cierto optimismo. Van a ser cuatro meses durísimos, con viajes a pistas muy calientes y con visitas al Carpena de algunos de los mejores equipos del mundo, fuera del universo de la NBA. Pero el equipo de Repesa ha demostrado los días del Maccabi o del Barcelona que puede competir contra cualquiera y que con una pizca de suerte puede luchar por los ansiados cuartos de final.

Desde hoy toca pasar página y pensar en La Fonteta y en el Valencia, última estación liguera del año, el domingo, desde las 12.15. La Copa, otra vez en juego.

Resumen de los mejores momentos del partido: