Ésta no es la primera vez que el Unicaja llega al límite del corte copero con la soga rodeando su cuello. De hecho, en dos de las tres últimas temporadas, el equipo ni siquiera se clasificó para la Copa. Pero sí que hay otras temporadas en las que llegó a la jornada 17 necesitando carambolas para meterse en el torneo del ko.

Fue, precisamente, en el curso 2004/05, cuando el Unicaja de Sergio Scariolo era noveno antes de la decisiva jornada, con ocho triunfos y ocho derrotas -como ahora- y necesitaba vencer al Fórum Valladolid en el Carpena y esperar un tropiezo en casa del Caja San Fernando, que tenía una victoria más, y que recibía al Tau Cerámica.

La carambola salió redonda. El cuadro sevillano -que el domingo será juez en Málaga- no pudo con el Baskonia y cayó por 79-87, mientras que el Unicaja cumplió con su cometido y derrotó al cuadro pucelano (75-64). Los verdes, in extremis y con otros resultados favorables, accedió como octavo a la Copa de Zaragoza´05. Y una vez en la ciudad maña venció en cuartos a Alicante, en semifinales al Pamesa y derrotó al Madrid en la gran final.

Ahora necesita una carambola triple, no doble, con derrotas del Obradoiro en Badalona y del Estudiantes en casa con el Barcelona. Y, por supuesto, sacar adelante su compromiso contra el Cajasol, que llega en plena forma y con Aíto García Reneses en el banquillo.